sábado, 4 de junio de 2011

Concurso: Relato 13~Por Queen~


Nombre: Queen o Valentina <3 como quieras llamarme.
Pais: Chile.
Nombre del relato: Por venganza.

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May miró la cafetería de sus padres en la cual trabajaba a medio tiempo, The Fairy, para ser un día sábado estaba muy vacío. Se acercó a unas de las mesas y dejó el pedido con una enorme sonrisa.

Aquí esta lo que han pedido, chicos, ¿necesitan algo mas?

Que dejes a tu novio, nena.

Aaron, no la molesten que los estoy escuchando.
May miró por encima de su hombro y le dio una radiante sonrisa a su padre dejando ver los hoyuelos de sus mejillas. Aaron comenzó a pedirle disculpas de inmediato al dueño de la cafetería. La chica se echo a reír y se giró al escuchar las campanillas que anunciaban la llegada de un cliente, aunque deseó no haberlo hecho nunca.

En el umbral del The Fairy se encontraba Demian, el Némesis de May, aquel ser despreciable de buena posición social aunque ella se negara aceptarlo era el chico más guapo que podía haber visto. Bufó moviendo un poco de su chasquilla y se encaminó a la mesa que había elegido Demian.

Buenos días, ¿puedo tomar su pedido?

Eh, puedes tomar todo lo que quieras de mí. –comentó él guiñándole un ojo. May apretó su libreta desearía que fuese por que aquella frase le molestó, pero era todo lo contrario, la sedosa y masculina voz de Demian siempre lograba que estúpidas mariposas volasen en su estomago. Y eso estaba mal, considerando que su novio Matt ni siquiera lograba hacer eso cuando la besaba, y aun peor al saber que Demian y Matt se odiaban, ah, y súmale que son primos.
Si, en definitiva, aquello era malísimo.

—Ja, muy gracioso. ¿Qué vas a pedir, Demian? –dijo ella con impaciencia.

—Quiero un café cargado y panqueques, hazlos tú Amancay, mira que no he comido panqueques más ricos de los que haces tu. –contesto él con una media sonrisa. May se sobresaltó al escuchar que el moreno decía su nombre, él era el único hombre que sabia que su verdadero nombre, ni siquiera Matt sabia que ella se llamaba Amancay, ¿Cómo lo descubrió? Ni idea.

¡Shhh! ¡Te dije que no debes decir mi nombre!

Ah, claro, Amancay, lo que tu digas. –dijo Demian con una de sus perfectas cejas negras tan levantada que se perdía en su flequillo.

Idiota. –masculló ella girándose con rabia, él se rió entre dientes.

Si, pero aun así me amas.

De haber podido se habría quedado congelada en cambio continuo el caminó como si no hubiese escuchado lo que dijo Demian.

May se inclinó y sonrió falsamente a su padre.

Ey, un café simple y panqueques.

¿Café simple para Demian? –preguntó su padre ceñudo.

Yeees.

Muéstrame el pedido. –dijo él con decisión.

¿Desconfías de mí? –preguntó perpleja.

¡no! Entonces, café simple y panqueques.

May sonrió juguetona y se quitó el delantal, ajusto sus botas y cepilló su largo y rubio cabello con paso decidido se fue a la puerta, hoy cumplía junto a Matt un año y siete meses.

La casa de su novio no quedaba muy lejos así que caminaría, lamentablemente tuvo que pasar por el lado de Demian quien inclino suavemente la cabeza y silbo apreciativamente mirando su culo antes de murmurar “Yo que tu, no voy a la casa del idiota, Amancay”
Si como no, de seguro que su novio tenia tremendo regalo por eso Demian le dijo aquello…
***
Amancay frunció el ceño al darse cuenta que parecía no haber nadie en casa, encogiéndose de hombros levanto una piedra y sacó la llave de repuesto que su suegra siempre dejaba ahí. Silenciosamente se introdujo, subiendo las escaleras con una sonrisa la cual poco a poco se borró al escuchar un fuerte gemido… femenino.

Sus pasos se volvieron más rápidos hasta llega a la puerta entre abierta de su novio. Se apoyó en el umbral con una mano sobre su boca y sus ojos se abrieron tanto que creyó que se saldrían.

Matt estaba revolcándose con una mujer el propio día de su aniversario.

Sin pensarlo ella retrocedió y salió corriendo, ese cabrón se las pagaría caro y descubriría quien era la zorra y la destruiría lentamente.

Si, May se vengaría.
***
La puerta de The Fairy pegó un fuerte golpe, pero a May no le importo en absoluto, ella entró y con fuerza tomo el delantal y lo amarró a su cintura y cubrió el turno de la chica que estaba enferma, con un suspiro de fastidio ella fue donde el moreno que estaba aun sentado disfrutando de sus panqueques.

— ¿Si? –dijo él sonando divertido.

— ¿Desde cuando? –preguntó ella en un murmullo apagado, Demian apoyó su mentón en su mano derecha y le dio una de sus sonrisas infartantes.

—Desde un año.

— ¿Quiénes lo saben? –dijo ella apretando su mandíbula para evitar aquel temblor que la delataría.

—Todos.

— ¿Por qué nadie me lo dijo?

—Por que te habrían destrozado… -él tiro su brazo y la hizo sentarse a su lado mirándola fijamente con sus ojos grises.- ¿Sabes quien es ella, no?

—No… yo… No lo se. Dímelo. ¡Dime! –rogó ella con angustia.

—Es Thalia, bonita, tu mejor amiga y tu novio se revolcaban en tus narices. –dijo con despreocupación.

May sintió que el mundo se le venia encima, miró a Demian sin dar a crédito lo que acababa de descubrir, negó rápidamente y su visión se empaño.

Una vez más, Demian tenía la razón, la estaban destrozando.
***

— ¿Que pasó? –preguntó May volviendo en si.

—Te desmayaste, cariño, ¿comiste bien? –preguntó su madre preocupada.

—Si, solo estaba algo cansada…

—Por suerte estaba Demian a tu lado o te habrías reventado la cabeza contra el suelo. –dijo su padre asintiendo y golpeando la espalda de Demian con aprecio.

—Gracias papá, acabas de lograr aliviarme –masculló con sarcasmo May, se acomodó y movió su mano despectivamente en ningún momento vio a sus padres ni al chico, de hecho ni siquiera era conciente de la presencia de Demian en su cuarto.- Gracias ya pueden irse.

—Okay, Demian cuídala.

¿Que él qué? May levanto su cabeza de golpe y se mareo, aun así fijo su mirada al moreno que ahora le sonreía con burla.

—Claro, tía Christine, la cuidare.

—Siempre he dicho que este es el chico de su vida… -le comentó su papá a su mamá mientras salían de la habitación.

— ¿Sabes? He descubierto que me gustas mientras duermes, Oh ¡y también hablas!

— ¿Q-que dije? –pregunto May espantada. Él le guiño un ojo con sensualidad.

—Ah, dijiste lo mucho que me querías besar y tocar…

—No seas idiota –dijo May colocando los ojos en blanco pero sus mejillas se pusieron de un alarmante rojo, él se rió entre dientes antes de caminar hasta quedar frente a ella.

— ¿Te vas a vengar, preciosa?

—S-si.

— ¿Como?

—Lo voy a engañar… -contestó May nerviosa.

— ¿Si? ¿Y con quien? –murmuró mientras se inclinaba suavemente hacia ella.

—Contigo.

Él sonrío, una sonrisa sexy que la descoloco por completo antes de asentir con diversión.

May supo de inmediato que estaba perdida. Absolutamente pérdida.
***
Lunes en la mañana y Amancay quería morirse. ¿Por qué diablos había hecho un trato con aquel demonio? Ahora tendría que soportar todas sus estupideces…

Oh, dios, ella no se quería ni imaginar que haría, ni por que le dijo que tenia que irse a su casa y faltar al instituto.

Después de haberle dicho que se vengaría de Matt con él, Demian no había hecho nada menos que sonreírle descaradamente y darle un beso en la mejilla diciéndole que de seguro era la mejor idea en su vida y que no se arrepentiría del plan que tenía en mente.
May dudaba seriamente de eso, pero prefirió quedarse en silencio y aceptar. Tres horas después de haber encontrado a su novio follando con su mejor amiga Thalia, el muy desgraciado la llamo como si nada y ella tuvo que fingir un resfriado y decirle que era mejor que no se viesen. Thalia la había llamado para decirle que se iría a la playa con un grupo de personas.

La muy zorra tenía cara para contarle que se iba con su novio.

Eso en gran parte fue lo que la motivo a aceptar el trato de Demian, la otra parte fue la caliente mirada que él le envío, llena de promesas que la derritieron y la volvieron el resto de fin una bola de lava dispuesta a todo por el toque de aquel moreno decadente.

Se dijo a si misma que no estaba mal pensar en Demian ahora que su relación con Matt era un simple engaño mutuo, o que pronto lo seria, así que no le dio mayor importancia a sentirse una vez más caliente por él.

Se levantó perezosamente tras haber dormido placenteramente y se fue al baño, en donde se dio una larga ducha y después se colocó un vestido simple junto a unos zapatos bajos, dejo su largo cabello suelto y se untó mascara de pestañas antes de tomar su bolso e marcharse de casa con su corazón bombeando tan rápido que temía desmayarse en el camino.

¿Qué haría Demian?

Oh dios, mientras no hiciera algo que la dejara mal frente a otras personas… ¿Y que si la molestaba hasta darse cuenta de aquella indomable atracción que sentía por él?

Mierda, estaba jodida…
****

May toco el timbre y mordisqueo su labio nerviosa, escucho como Demian corría escaleras abajo y su corazón comenzó a latir desenfrenado, la puerta se abrió y antes de que ella lo supiera estaba besándose apasionadamente con el moreno.

La lengua de él se deslizó entre sus dientes para capturarlo y lamerlos mientras sus manos se apretaban a lo largo de las curvas de su cuerpo.

Amancay de repente no pudo respirar. Era como ser besada por primera vez, cuando su cabeza y sus emociones se enredaban con todo lo que su cuerpo sentía. Sólo que no era una niña y Demian tampoco. Eran las manos de un hombre en su cuerpo, y de una mujer deseosa corriendo por ella. Y lo que estaban haciendo no iba a quedarse en un beso. Ella ya lo sabía, ya sabía que quería que esta noche continuara.

Estaba mojada y lista y deseando poder estar inmediatamente desnuda para que él pudiera follarla. Aunque… ¿por qué tenía que estar desnuda de todas formas? Él tenía su boca sobre la de ella, con su duro cuerpo contra el suyo, y llevaba un vestido de tarde. Su pene estaba duro contra su cadera. Ella acomodó su cuerpo, poniendo su erección en contacto directo con su sexo, después se frotó contra él.

Él bajó la vista hacia ella con una ardiente expresión que hizo que su interior se fusionara.

— ¿Hay algo que desees, preciosa?

¿Que deseaba? Mierda, lo deseaba a él dentro suyo lo mas rápido posible. Sus mejillas ardieron pero mantuvo sus miradas.

— Demian, por favor follame ahora.

Él levantó su vestido, metiendo la mano mientras lo empujaba sobre sus caderas, luego alcanzando sus bragas y arrastrándoselas hacia abajo. Ella se movió, dejándolas caer al suelo. Demian abrió sus pantalones y sacó su pene, llegando a su bolsillo por un condón, desgarrándolo, y poniéndoselo en un tiempo récord.

Demian la empujó contra la pared y levantó la pierna sobre su cadera, empujando dentro de ella con una dura estocada que la hizo gritar del placer que la azoto por completo. Se asombro de si misma al escucharse gemir mientras él salía y entraba en ella de nuevo. Sentía el pulsar de su vagina, más exigente por el placer pecaminoso que le daba. Arrastró los tirantes de su vestido de sus hombros y mostró sus pechos, luego se inclinó para trabajar en uno de sus pezones y chupárselo fuerte. May se estremeció, jamás había sentido tanto placer, después de todo su primera vez no había sido nada sorprendente, de hecho, todo lo contrario. Si que se había decepcionado del sexo, hasta ahora… Por que, mierda a Amancay le gustaba esto, que Demian la golpeara con sus profundos empujes hacia arriba, con su frenesí por hacer el amor sacándola de su mente y llevándola a un lugar donde se sentía loca y libre. Ella no sabía nada sino de este hombre y este momento y el centro de su deseo que se enrollaba como una serpiente, feroz y sin obstáculos. Ella marcó sus hombros con sus uñas y le exigió más.

—Mierda, preciosa, jamás te dejare escapar de mi… -dijo él meciendo su pelvis contra la de ella más duro, dándole más de lo que ella hubiera querido, deslizando su mano entre ellos para dar masajes a su clítoris, separándose lo suficiente para que ver como era follada por su pene dentro de ella y utilizado sus dedos en su clítoris.

—Oh… ¡Demian, y-yo…!

—Vamos, preciosa, correte.  –murmuró él con su voz enronquecida de placer.

Ella sintió que su vagina estaba tensa en torno a su pene, con una espiral salvaje de sensaciones haciéndose cargo, y se vino con un grito salvaje.

Demian cerró su boca sobre la suya, chupando su lengua mientras se mecía en su contra, empujando muy dentro de ella con un gemido cuando alcanzó su clímax y envolvió con sus brazos alrededor de ella, levantándola del suelo mientras empujaba duro y profundo en su interior.

Fue cuando la puerta se abrió con nada de delicadeza, May apenas fue consiente de un grito de asombro antes de volver a ser besada por Demian quien sonreía triunfador. Se separó de él algo consternada por lo que había sucedido y rápidamente, se alisó el pelo y se visitó lo mejor que pudo, pero fue muy  obvio por sus rosadas mejillas y labios ligeramente hinchados que tenía una apariencia ‘de recién’ follada, y que decir de que él aun estaba tan cerca de ella, con sus pantalones arrugados y con su pelvis apretada contra la suya... Solo entonces May pudo romper la mirada que compartía con el moreno para hacerle frente a quien fuese que interrumpió su agradable descanso post sexo.

Matt…

— ¡Tu zorra desgraciada! –chilló con la cara roja de indignación, Demian bufó acomodando el cabello de May mientras miraba furioso a su primo.

—Eh, mas respeto… -dijo el moreno sonando completamente serio ante la ofensa que acababa de decirle a Amancay.

— ¿Por qué tendría respeto con esta puta si la encuentro follando con mi primo? –dijo Matt con indignación señalando a Amancay con furia, para después dar una rápida mirada a donde sus cuerpos estaban pegados de una manera bastante intima. Demian bajo la mirada y sus ojos brillaron divertidos, Amancay sintió vergüenza al sentir que él volvía a estar duro, mierda, ella no tenia que estar tan excitada por eso. Debía despejar su mente y aclarar de una buena vez todo con su exnovio.

—Ah, por favor, ¿con que cara vienes a decirme eso? Es mejor que te des media vuelta y te marches Matthew por que no estoy interesada en tu cinismo, de hecho, estoy muy –muy- feliz aquí. –dijo en un ronroneo peligroso May, y para asegurar sus palabras movió su cadera sonriendo divertida al escuchar un gemido ahogado de Demian quien le envió una mirada llena de calor. Matt dio un grito ahogado antes de tomar un jarrón y lanzarlo directo a su cabeza, por suerte ella tenia rápidos reflejos, saltó al otro lado con los ojos muy abiertos. La furia corrió por sus venas.- ¡Matt!

— ¡Tú eres mi novia, zorra desgracia así que muévete y vámonos de aquí!

—Ella dejo de ser tu novia cando comenzaste a revolcarte con su mejor amiga, Matthew, así que déjala en paz.

—May, elige…

—Ya elegí hace mucho, Matt, hace mucho tiempo elegí y no me arrepiento en absoluto –dijo May sonriendo suavemente, escuchó como Demian daba un suspiro resignado y se alejaba un par de pasos. Matthew dio una encantadora sonrisa que se tambaleo al ver que Amancay abría su cartera –que estaba votada en el suelo- saco un par de cosas y se las tiro en la cara.- Para que sepas, Demian me gusta desde que lo conocí… Y ni que me pagaran te elegiría, así que márchate y no vuelvas a buscarme jamás.

—Me las pagaras.

—Si, claro.

Matthew se fue azotando la puerta con excesiva fuerza y May apretó su cartera decidiendo que ya era hora de irse, después de todo Demian ya había cumplido su promesa, él la ayudo.

Mordió su labio al sentir que las lágrimas picaban en sus ojos, ella nunca lloraba, pero diablos de verdad lo amaba…

—Y-ya me voy.

— ¿Es cierto? Quiero decir… ¿es verdad lo que dijiste?

—Como decirle... ¿Cómo decirle que ella estaba enamorada de él? Suspiro antes de mirar por encima de su hombro, sonrió tensamente.

— Si, es verdad… ya debo irme ¿no? De seguro tu madre no tarda en llegar, no voy a dejar que piense que soy una zorra.

— No te vayas. Quédate aquí, conmigo.

May se detuvo con la mano sobre el pomo de la puerta y cerro los ojos al sentir la respiración de Demian chocando contra la pie desnuda de su cuello. Él paso lentamente uno de sus brazos por su cintura, casi esperando que lo alejara de inmediato y al ver que esto no sucedió se apoyo con suavidad contra su cuerpo.

— Nena, no te dejare ir tan fácilmente. Tarde años en llamar tu atención, esperaba que no solo durara un día…

— Que ternura, ¿siempre te declaras con las chicas de esta forma, Demian?

— Nop, de hecho, por si no lo sabes, tú eres la única chica a la cual me he declarado.

— Eso es cursi.

— Sip, es cursi… ahora, bésame de una puta vez porque me debes años…

Y tras eso, ambos unieron sus labios en un desenfrenado y apasionado beso.

Lo que sucedió después, ah, eso es otra historia.
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3 comentarios:

Suj♥ dijo...

M E E N C A N T O ♥
Dios, esta realmente espectacular. Amo a Demian. No no, no la puedes dejar asi D:
¡Tu mereces ganar! Ahi muchos relatos hermosos, pero este me dejo boquiabierta :O

Anónimo dijo...

Sinceramente me quede con la boca abierta, me encantó y concuerdo con Suj, no la puedes dejar asi :(
Bueno te dejo.
Un beso

D. C. López dijo...

Vaya!, realmente es un relato intenso... D esos k te calientan y te hacen desear tener un bombero a mano, jejeje. Definitivamente no apto para menores... Creo k deberian haberlo advertido al comienzo, pero bueno... Te deseo suerte y como dijeron las otras dos comentalistas, creo k deberías continuarla... Como veo k t gusta este tipo de escritos, te recomiendo k t leas "Amante Cautivo", encontraras el enlace en mi perfil. Saludos!!!