jueves, 14 de abril de 2011

Uno y uno es igual a Tres


Capitulo 13: Mi lugar secreto

Aparque frente a la casa de Kay y respire un par de veces, me siento sumamente idiota no le voy a pedir que sea mi novia o algo por el estilo, pero imagínense el simple hecho de tocar su piel hace que mi pequeño amigo quede tan duro como una piedra... es una situación BASTANTE complicada, más de lo que algunos creen, se supone que a esa chica la veré cuatro veces a la semana de una forma muy cercana durante un mes. Sera el paraíso echo infierno.

Baje del auto y camine hasta la entrada, volví a respirar esta vez más hondo... actuó como niñita en vez de un hombre que pronto se acerca su mayoría de edad. Toque un poco ya más decidido y espere a que me abriera... eso no ocurrió. Espere unos minutos mas y volví a tocar, pero nada. Tal vez no está en casa. Abrí la puerta y para mi sorpresa estaba abierta... lo sé esto es ilegal pero mis ganas de verla son mayores, el resto se puede joder. Entre a la casa y todo se encontraba tranquilo, vi en el sillón un bolso femenino me imagine que de ella. Camine un poco más allá hasta las escaleras... no subiría, eso ya es de locos psicópatas, me pregunto si lo que yo hago ahora no lo es.

Una música bastante movida llego a mis oídos... es ella. Camine con rapidez al lugar de donde provenía y sin hacer mucho ruido abrí la puerta. Quede pasmado con lo que vi adentro, una habitación grande tapizada completamente de un tipo de alfombra vino tinto, una pared llena de espejos, un radio el cual emite una canción de Avril Lavigne y cuatro tubos de bailarinas. Okey, esto es lo más raro que he visto en una habitación... mas de ese tipo de encontrar pornografía en el cuarto de tus padres o algo parecido. Lo que tal vez.... estoy absolutamente seguro que es eso, que me tiene sumamente pasmada, es el hecho de que en el centro del lugar una rubia con escasa ropa curvas perfectas movimientos sin iguales y ojos perfectamente grises... se contonea sin penas de la forma más jodidamente excitante que he podido ver en toda mi puta vida. Hablo en serio.

No la interrumpí. Aunque debí por lo menos llamar su atención, me siento un maldito pervertido... bueno de que tonterías hablo, lo soy aunque mi apariencia no lo parezca. Cada uno de sus movimientos, sus giros, sus toqueteos... todo, me llevaba a cada segundo al borde de la locura. Aquí entre nos, la piedra está a punto de estallar en mis pantalones y no creo ser capaz de contenerme... si sigo viendo semejante acto, lo haré y no habrá nada que me detenga.

¿Cuánto tiempo llevo viéndola? No lo sé, puede que segundos, minutos, horas, días, semanas.... y créanme eso no me importara, podría vivir así toda la vida. Ella es absolutamente perfecta o mi forma algo estúpida de decirle ella rebosa de adorabilidad. No importa qué situación, momento ella siempre lo hará a su manera y dejara a los demás deslumbrados sin notarlo. A mí si me tiene ante sus encantos. Sus movimientos en ese momento me tenían prisionero de la mirada, nada ni nadie es importante ahora.

No sé como todo fue muy rápido, la segunda canción que sonaba estaba a punto de acabar... cuando alguien apago el estéreo y de un movimiento los dos - Kay y yo - pusimos la atención en la persona que había echo eso. El rostro de ella estaba completamente espantado y su pose se volvió rígida.

-Qu…que…que…ha…- el chico que acababa de entrar trato en vano de formular una pregunta. ¿Quién es él? 

-Yo te lo puedo explicar Tommy…- ella se acerco lentamente al chico rubio con su expresión aun crispada. 

-Si…ps quiero oírla.- gruño el chico, apretando los puños y literalmente matándome con la mirada. Un escalofrió me recorrió de pies a cabeza. ¿Y si es su hermano? Mierda, estaré jodido al infinito.

-Tú sabes que, amo bailar, solo vine a eso y a Creik no le gusta que practique aquí, así que como no está y el cuarto estaba abierto, solo eso…- termino con un tono angelical, yo seguí intentando procesar sus palabras... pero la mirada del rubio, la historia y ella así vestida no me ayudaban en nada. 

-¿Y que se supone que haces tú acá?- el chico ese se dirigió a mí, no respondí solo lo mire un poco apenado. Un empujón fue lo que recibí de su parte, no me opuse... lo merezco por lo que hice. 

-Tom.- la voz de Kay llego a mis oídos- El no ha hecho nada.- me está ¿defendiendo? Tratare de no sonreír. 

-¿Qué no ha hecho nada?- pregunto sarcástico- Prácticamente te comía con la mirada.- espeto muy enojado.

-Cálmate, el no hizo nada verdad Christian.- de un momento a otro sin lograr entender el tipo este al cual responde el nombre de Tommy, se tiro contra mí y de un solo golpe me tumbo. Mi mejilla ardió como nunca lo había echo... tal vez me rompió el rostro. 

-Chris.- chillo Kay con terror. De verdad se está preocupando por mí. Ella en un intento trato de quitarme a su amigo de enzima pero no logro nada. De la nada un tipo alto y de cabellera oscura entro a la habitación y lo aparto con dificultad, así liberándome por fin de ese maniático.

-Cálmate amigo.- grito el chico que entro hace poco, mientras tomaba al tal Tommy por los hombros. 

-No, no lo haré.- siguió rugiendo. 

-Ya Tommy, tu sabes perfectamente que Christian no ha hecho nada.- Kay me miraba con temor y pena. Tal vez no debió decir mi nombre en voz alta. 

Llámenme loco o tal vez fue un palpito... no lo sé, sin embargo estoy completamente seguro que cuando ella solo menciono la primera silaba de mi nombre, el tipo de pelo castaño hizo una expresión de odio rotunda y literalmente los ojos se le pusieron rojo fuego. Ahora si estoy asustado, lo peor es que no puedo hacer nada... sé que pensaran que soy un cobarde o algo similar, pero siento que todo el cuerpo no me responde y que todos los músculos se me tensaron sin más, o tal vez se debe al hecho que no soy capaz de herir a Kay y si resulta que ese chico es un primo o su hermano o su mejor amigo... quién sabe, luego me puede odiar por eso y no estoy dispuesto a alejarme de ella. No ahora.

No supe en qué momento pero una pequeña mano me arrastro con una gran fuerza hasta casi el otro lado de la habitación, luego como se detenía justo al frente de mi y ponía sus delicadas manos en su cintura... con pose retadora. Mientras el tal Tommy y el otro tipo de cabellos oscuros parecían poseídos y trataban de acercarse a mí. Ella se los impidió. 

-Si le hacen algo, juro que los matare.- su tono destilaba tanta rabia que hasta a mi me puso los pelos de punta, esta mujer cuando quiere puede intimidar a quien sea- El no ha hecho nada, son ustedes los que se inventan cosas que nunca han pasado.- siguió aun colérica- No les permitiré que le hagan daño, se van de mi casa.- culmino entre dientes, mientras apretaba ambos puños a cada lado de su cuerpo. Los otros chicos al parecer no tenían intención de responder ya que simplemente la miraron con dolor- Si se van o se quedan me da igual, pero yo me voy, vámonos Christian.- mi sensor se activo al escuchar su nombre de mis labios, con pasos torpes y nerviosos me acerque a ella, pero en vez de eso Kay camino segura hasta mi tomo mi mano y salió de la habitación azotando la puerta a nuestras espaldas.

Ella no dijo nada, no se giro y mucho menos me dedico alguna mirada, simplemente subió las escaleras aun con mi mano entrelazada a la de ella y frunciendo el ceño. Juro que si no estuviéramos en esta situación tan... incomoda, me acercaría y haría que ese ceño dejara de estar fruncido. Ella soltó mi mano y entro a una de las puertas, no la seguí. Supuse que sería su habitación y que se iba a cambiar esa diminuta ropa que había olvidado... pero ahora que lo pienso, esa imagen de ella que vi hace rato no se ira de mi mente tan fácil... es más me acompañara en mis días de "sacudir a la flauta". Aunque suene bastante deprimente será así.

A los minutos ella salió con otra ropa y la mirada más tranquila, caminando de nuevo a mi dirección. Algo me demostró que no estaba bien... ¿Eres idiota o lo practicas Christian? Es obvio que está mal.- grito una voz en mi mente. Okey si soy un idiota, pero puedo equivocarme a veces subconsciente de mierda.- respondí molesto a la voz de mi mente. Deja de ser tan cabrón y ayudara... ella está mal.- regreso con su tono de reproche. Ya déjame en paz, esto es demasiado raro.- le zanje el tema mientras sacudía la cabeza. Regrese mi mirada a ella pero solo me esquivo. Bajamos rápido las escaleras y caminamos a la entrada, en la sala pude ver como los que casi me matan se encontraban sentados en la sala cabizbajos... De acuerdo, esto me hace sentir mal yo no quería causar daño a nadie. Pero joder desde cuando me importan los sentimientos de los demás, este no soy yo... maldita sea creo que me estoy ablandando y me gusta.

Salimos de la casa y nos montamos en mi querida Marilyn, maneje por las calles de la ciudad al principio sin dirección alguna ¿A dónde iríamos? Ella al parecer no tiene ánimos de nada y no la presionare no seré tan hijo de puta. Tal vez... si la llevo a mi lugar, puede que eso la haga feliz o la calme... espero que ayude. Maneje esta vez por la ruta que tan bien conocía sin problemas, a los 10 minutos ya estaba aparcando el auto en el mismo lugar de siempre y bajamos.

Ella quedo pasmada por unos segundos, a mí también me paso igual... es que la belleza de esa playa tan blanca y azul te atrapa, es demasiado perfecta. En realidad es al único lugar que voy cuando necesito pensar o que me dejen solo. Aquí puedo gritar, llorar y sufrir a mi manera sin que alguien me juzgue. Soy feliz, solo dios y las olas han presenciado todos mis sentimientos. Aquí grite como loco la primera vez que me enamore, aquí llore cuando termino mi relación, aquí maldecí todo lo existente en mi época de dolor, aquí solo soy yo mismo. 

Ella me saco de mis pensamientos cuando a pasos temblorosos se acerco a la orilla, la seguí tomando su paso y de un movimiento ambos nos sentamos en la suave arena. La brisa movía sus rubios cabellos los cuales casi se confundían con la arena y sus ojos miraban un punto en el mar. Kay se quito los zapatos y dejo que la refrescante agua mojara sus pies, yo también lo hubiese hecho pero preferí mejor estar así. Los minutos pasaron y el silencio aun nos calaba. 

-¿Es precioso no crees?- pregunte tratando de aligerar el ambiente, sus ojos me miraron y creí que me podía ahogar en ellos.

-Precioso.- concordó conmigo regresando su mirada al mar. Suspire de verdad que está mal y todo es mi culpa. 

-Oye… lamento lo de hace un rato, enserio no fue mi int…- intente buscar unas buenas disculpas pero todas sonaron ridículas, ella volvió su cuerpo a mí con una mueca extraña.

-No te disculpes, enserio Chris, tú no tienes nada de porque disculparte, todo la culpa es de los exagerados de mis amigos.- su tono fue duro al inicio pero fue descendiendo mediante sus palabras, se pudo ver con notabilidad como sus ojos destellaron tristemente en una fracción de segundo. 

-No, quería disculparme de otra cosa.- trate de cambiar todo, tal vez haciéndola sonreír al menos- Lamento haberte espiado, pero es que déjame decirte, tus pasos y movimientos son ignotizantes, ¿tú no eres… mmm… tu entiendes…- no sabía que decirle. Nunca, repito NUNCA en toda mi puta vida me había puesto nervioso por esa clase de conversación, siempre he sido seguro y lo que más me gusta es ver cómo se sonrojan ante aquello... pero el único que logro sonrojarse fui yo.

-Jajaja.- rió muy divertida. Okey, mi orgullo acaba de ser pisoteada... pero al menos la hice reír- No seas tonto… NO, no lo soy, aunque es muy divertido, mi hermano me lo prohibió rotundamente, eso es solo por diversión.- dio finalizado con una sonrisa y encogimiento de hombros. 

-Y ¿Por qué los tubos?- trate de sonar más inteligente. 

-Mi hermano es dueño de una cadena de Bares, muy famosos, que se encuentran alrededor de los Estados Unidos… y bueno a veces, las bailarinas no tienen donde practicar, así que lo hacen en esa habitación, no es todo el tiempo, una o dos veces al mes… entonces como mi hermano no le agrada que yo haga eso, ps lo hago en los momentos que el deja esa habitación sin llave o cuando el no está en casa…lo cual es a menudo.- comento algo desinteresada. Al parecer todo eso era muy común en su vida. Quede algo shokeado. ¡Oh mierda! ¿Me está hablando enserio? No sé porque repentinamente me siento emocionado. Soy un puto infeliz.

-¡Ah! Bueno déjame decirte que eres excelente.- termine con una brillante sonrisa. Esto de verdad sería interesante. 




Bueno chicas ando publicando temprano, porque al rato publicare otro capitulo de esta historia como recompensa por hacerlas esperar tanto... note que a varias les gusta así que no las haré esperar mucho, en fin nos vemos dentro de un ratico chaii :3

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