lunes, 29 de noviembre de 2010

Rosa Negra


Capitulo 2:Ella

POV PETER

-No quiero, no lo hare.- espete furioso caminando de un lado a otro. Las miradas de mis hermanos estaban sobre mí, no las apartaban ni por un segundo y en cierta forma me ponía más histérico.

-Por favor Altair, tenemos que hacerlo es una orden.- el tono de Donovan fue fuerte y seguro. Como si creyera que con eso le iba a obedecer como un buen hermano menor… pff!... por favor no me hagan reír.

-Si Altair, Donovan tiene razón sino lo hacemos nos matan.- le siguió Dengel, claro sus palabras fueron tranquilas y con tono despreocupado. Sabe perfectamente que si intentan controlarme, yo más terco estaré y me iré a otro lado… y sin mí no podrán hacer nada.

-Pero esta vez espero que sea cierto.- suspire frustrado, pasando una mano por mi pelo alborotándolo- porque miren donde estamos ahora en Inglaterra, y que hemos hallado… absolutamente nada.- corte unos segundos y los mire fijamente, sus semblantes eran inmutables al contrario del mío, completamente crispado- y ahora… ¿Dónde quieren que vayamos?-pregunte tratando de calmarme. Las esperanzas se me estaban agotando… mejor dicho la paciencia.

-Ahora iremos a América.- sus ojos se posaron en mi esperando respuesta, pero preferí mantenerme callado para que continuara- a Denver, Colorado para ser más exactos.- volvió a callar. Ambos esperaban que yo explotara. Pero esta vez ¿Qué podría decir?, nada lo tendría que hacer de igual forma.

-Será mejor que esta vez no se equivoquen.- susurre con el seño fruncido- estoy harto de estar buscando de país en país… a la elegida.- dije entre dientes. Mencionarla es como un dolor de muela, no lo vez pero sabes que está por algún lugar… jodiendote la vida.

-Cálmate ya está todo listo, Rigel nos espera en el aeropuerto de Denver.- Donovan dio su tono severo de nuevo. PATETICO. Me canso de contar las veces que trata de usarlo.

-¿A qué hora nos vamos?- pregunte fulminando con la mirada. Él lo paso por alto y subió las escaleras sin siquiera responder. Maldito. De igual forma no me puedo quejar, es mi hermano y lo quiero.

-Dentro de una hora.- Dengel fue el único considerado. En pocas palabras, es el mejor hermano que tengo.

-De acuerdo.- susurre resignado.

-Hermano, hermanito te tienes que calmar si sigues con esa actitud jamás la encontraremos.- alguien espeto con voz calmada a mis espaldas, no me voltee ¿Para qué? Si se quien es el dueño de esa voz, el cual no me apetece ni de chiste verlo. Cuando él quiere puede ser realmente pesado… y quién mas, mi otro hermano, Sant.

-Déjame en paz y vete a joder a alguien más.- espete cortante, sin mirarlo y subiendo las escaleras a mi ex habitación.

-Ah! Como que no estamos de buenas.- pude oír perfectamente el sarcasmo desde arriba, pero preferí no decir nada… sino esto acabaría muy mal.

En realidad no puedo, no podía y no podré hacer nada, “La Corte de Ángeles Mayores” son los que mandan “los jefes” por decirlo de alguna manera… los peces gordos. Si ellos quieren que la busquemos así sea debajo del agua tenemos que hacerlo, somos como esa clase de conejillos de india que son utilizados para experimentos… tal vez exagere, porque no creo que sean tan idiotas para ponerme en peligro… ellos saben que no pueden hacerlo o perderán la pieza más importante de su plan. Ineptos. Solo estamos en esto debido a que nuestra familia ha servido a La Corte desde hace generaciones. Si son unos imbéciles.

Que les puedo decir de mi y de mi familia, veamos, yo soy un híbrido mitad ángel y mitad demonio, el único en todas las generaciones, debido a que por parte de mi madre toda su descendencia y ella son demonios, y la de mi padre son ángeles. Una mezcla extraña, como se dice prohibida, pero pudieron estar juntos a pesar de todos los inconvenientes, son de esos que dicen amor puro y verdadero. Mis hermanos Dengel y Donovan son ángeles al igual que mi padre y Sant es un demonio, yo soy simplemente una combinación… no es que sea el bastardo de la familia o algo parecido, pero si diferente. Como cada ser de la mitología poseo un don, uno único y que nadie posee, debido a eso soy tan importante para el consejo… puedo reconocer quien es la elegida, el único que la puede encontrar y matar, que se supone que es lo importante de cada misión que hacemos, tratar de encontrarla y matarla. Nosotros cuatro somos los encomendados a esa tarea, aunque el que hará casi todo soy yo.

Ya llevamos un cierto tiempo en esto, unos tres años… tal vez un poco más. Hemos recorrido casi medio mundo en busca de la elegida, lo peor y más frustrante de todo esto, es que no hemos hallado nada…NADA. En todos nuestros años cumpliendo aquel trabajo solo llegamos a matar a una vampiresa… yo estaba muy seguro que era ella, su olor, su esencia, su aura… pero no, me equivoque. Al pasar el tiempo, me fui sintiendo como una basura, les habia quitado a una familia una hija o sobrina o nieta o hasta madre… lo que sea, el caso es que mate a un ser inocente y no me siento muy feliz por ello, solo quiero terminar con todo esto. Este año hemos recorrido casi toda Europa y seguimos sin ver luces de la elegida… ahora según el Consejo está en América. Sinceramente ya no me importa donde este, solo quiero acabar con ella, quiero volver a mi anterior vida, con mis padres y mi hermana… los extraño demasiado.

Sé que suena un poco drástico hacer todo esto por una simple chica, pero no. Los del Consejo nos han dicho que la elegida es la única con el poder de matar a cualquiera con unos poderes tan fantásticos e imposibles, que todos temblarían ante ella… “según” por eso no la quieren viva, ya que puede ser una amenaza. Pero ellos saben perfectamente que por lo única razón que lo hacen, es para que no los encuentre y les quiten su poder… Debido a que la profecía afirma, que solo existe un líder capaz de gobernar el mundo de creaturas mitológicas, en pocas palabras la elegida.

Empaque de mala gana, mientras bufaba en voz baja y espetaba un par de incoherencias… no es que sea un malcriado, o algo por el estilo. Pero díganme como actuarían ustedes, si fueran separados de su familia por más de tres años y los arrastres de un continente a otro, solo para encontrar a una tipa y matarla. A muchos les gustaría lose, pero yo no soy uno de ellos.

Al terminar di una última mirada a mi habitación y con un sonoro suspiro salí de ella, baje las escaleras a paso ligero y espere con mala cara apoyado de la pared, a mis hermanos. A los minutos todos aparecieron con miradas despreocupadas y un par de maletas… si eso es lo que me molesta, esa actitud tan tranquila que expiran ellos, yo acá matándome la cabeza y ellos como si nada. ¿Creen que exagero?

El taxi no tardo mucho y con un sonido de claxon salimos de la casa, guardamos las maletas en la cajuela y nos montamos en el auto. El viaje hasta el aeropuerto paso rápido, nadie decía nada, todos mirábamos a un punto indefinido fuera del coche…bueno en si el ambiente era tenso. Al llegar no estaba de humor, se podría decir que mataría a cualquiera que me hablara…si lo haría. Decidí mejor no interferir en nada, solo me senté en un sofá de la zona VIP del aeropuerto, Sant se sentó a mi lado con los brazos cruzados, mientras que Dengel y Donovan arreglaban todo.

Por favor que sea todo rápido, quiero dormir.

-Listos.- murmuro Dengel con indiferencia, dedicándonos una mirada a cada uno.

-El jet privado está listo.- ese tonito de Donovan me estaba cansando. Lo habia usado tanto ese día que ya se estaba volviendo tedioso. Si lo volvía a usar lo golpeare, no juego.

-De acuerdo.

Ambos nos levantamos y caminamos hasta la zona de vuelo, Dengel iba mirando cada rincón del lugar… como si intentara encontrar algo malo, Donovan con su mirada neutra, Sant siseaba a un par de chicas que pasaban a un lado de nosotros… y yo ps ya estaba con actitud resignada, solo me coloque mis gafas oscuras y deje que todo tomara su curso. Abordamos el jet y nos sentamos en nuestros amplios asientos. Si puedo quejarme todo lo que quiera de esto, pero nunca viviría mal con El Consejo, siempre nos dan lo mejor.

No sé en qué momento paso, pero caí en un profundo sueño.

Alguien me miraba penetrantemente, intente encontrar el dueño de aquella pero solo halle más oscuridad y un par de siluetas. Una femenina que me daba la espalda, su cabellera rubia llegaba hasta su pequeña cintura, tenía un cuerpo perfecto y piel pálida. Delante de ella una figura masculina la abrazaba, no lo pude distinguir muy bien, tenía el pelo azabache, cuerpo musculoso y piel ligeramente tostada.

Ambos se abrazaban de manera muy efusiva como si su vida dependiera de aquello… sentí como mi corazón se oprimía, algo dentro de mi estallo, furia y tristeza era lo que sentía, pero no sabía si era por el abrazo o por los sollozos que salían de los labios de la rubia. Mis puños se apretaron más, cuando el chico tomo el rostro de ella y clavo su mirada en las facciones de la chica. Tratando de calmarla.

-Lo extraño tanto.- susurro ella con dolor. Sentí que en cualquier momento lloraría, algo sobreprotector en mi sumergió de la nada.

-Lose yo también.- contesto él con voz casi inaudible. Se notaba a leguas que hacia un esfuerzo enorme por no llorar. Me sentí peor. Es algo extraño, pero algo dentro de mí me hacía sentir así.

-Quiero verlo de nuevo.- la voz de la chica subió dos octavas y comenzó a llorar con desesperación, sus sollozos irrumpían en todo el lugar. Una lagrima silenciosa bajo por mi mejilla, no la detuve.

-Y lo haremos…- siguió intentando calmarla. Tomo el rostro de la rubia entre sus manos y apoyo su frente contra la de ella- Te amo.- susurro, para luego besarla dulcemente. Un gruñido desgarrador salió de mi pecho y no sé como no lo mate en ese momento. Celos, odio, rabia, desesperación, impotencia, dolor…


-Altair despierta.- alguien me agito del hombro.

-Si aja.- gruñí ignorándolo. Aunque no quería volver a soñar, tampoco quería abrir los ojos… en cierta forma lo que deseaba era ver el rostro de la rubia.

-Vamos Altair.- zarandeo de nuevo mi hombro, pero esta vez con más fuerza casi tumbándome del asiento. Al instante abrí los ojos, encontrándome con su imponente figura y su mirada de autosuficiencia… juro que en ese momento iba a estampar mi puño contra su rostro de niño bonito. Pero me controle. Contando del uno al cien y respirando con profundidad.

-De acuerdo.- respondí con ira. La risita de Sant inundo el lugar, pero cayo enseguida tras un fuerte golpe. Nadie dijo nada, el ambiente se volvió a cargar de incomodidad.

Bajamos del avión a paso firme, observando el paisaje de montañas imponentes que se extendía a nuestro alrededor y al pie de las escaleras Rigel con una de sus típicas miradas vacías. Él es uno de los empleados de la Corte, es muy fiel a ellos, daría su vida por cualquier cosa que le pidan… en mi opinión es demasiado patético. Es alto de contextura fibrosa, cabellera cobriza y rebelde, que aparentaba unos 25 años como mucho pero en realidad tiene 150, de ojos negros, tez pálida y rasgos varoniles.

-Buenas tardes jóvenes.- articulo con voz grave Rigel, mirándonos a cada uno.

-Buenas Tardes.- murmuramos Dengel, Donovan y yo con voz apagada.

-Que hay Rige!- gritó Sant divertido. Mis hermanos bufaron, yo solo lo fulmine con la mirada. Rigel lo miro y asintió con la cabeza en manera de saludo.

-Vamos hacia el auto ahí les explicaré todo.- nos especifico a todos con voz calmada. Todos asentimos y lo seguimos.

Caminos entre la multitudes de gente que esperaba o simplemente bajaba de los aviones, esquivamos los detectores de metales… no podemos pasar bajo ellos, ya que resulta que los ángeles tenemos una cantidad inimaginable de metal en la sangre y bueno si pasamos por los detectores suenan sería raro, luego pasaría a mayores y no quiero imaginar cómo acabaría. Al salir nos dirigimos a su auto, un BMW negro, me senté en el asiento delantero y mis hermanos en los de atrás, Rigel de piloto. Arranco el auto y salimos del estacionamiento, pasando por las calles de la ciudad.

-Bueno jóvenes esto se los manda el Congreso.- me tendió una carta- ya su nuevo hogar está listo, espero que sea de su agrado, es una ciudad muy bonita, espero les guste Colorado.- hizo una pausa mirando a su derecho. Nos encontrábamos en un vecindario de casas gigantes, deteniéndose frente a una de gran altura y muchos árboles- aquí es, disfruten.- detuvo el auto y a cada uno le estrecho la mano. No respondimos, solo le dedicamos una mirada, bajamos nuestro equipaje, para luego encaminarnos a la casa.

La casa es muy bastante hermosa y grande, de dos pisos, por fuera es de un color turquesa y blanco, con un bello jardín delantero con rosales de todos los colores y gigantescos robles, el jardín trasero era algo parecido solo que había un bosque. Por dentro está decorada a un estilo medieval con mucha tecnología, paredes de colores opacos y muebles con colores oscuros, mucha iluminación, grandes ventanales, bastantes adornos antiguos y varias estatuas… una casa majestuosa en pocas palabras.

Nuestras habitaciones ya estaban decoradas y elegidas respecto al gusto de cada uno. La habitación de Dengel de negro con azul marino, con una decoración algo dark pero repleta de instrumentos clásicos como el violín, chelo, piano y un bajo, las paredes repletas de pinturas retorcidas y por supuesto materiales de pintura–ama el arte, es su forma de expresarse.-, el cuarto de Donovan es de un azul eléctrico y esta todo lleno de aparatos electrónicos –laptops, equipos de sonidos, Ipods, tv de plasma, etc.-, el de Sant es al estilo deportivo- básquet, futbol, soccer.- acompañado de autos de colección, y el mío es entre negro, gris y rojo, es todo muy rockero-lleno de posters, una batería, mis guitarras eléctricas, cientos y cientos de Cd ordenados alfabéticamente en repisas.-

Subí mis maletas y las deje en la habitación, baje a paso rápido en dirección a la cocina, entre a esta y me serví un vaso de agua.

-Bajen.- grité a todo pulmón, para que hasta Sant el que siempre se hace el sordo me escuchara.

-Qué ocurre Altair?- el primero en llegar fue Donovan, el cual me miraba interrogante mientras bajaba las escaleras.

-Si será mejor que sea bueno, estaba haciendo algo importante.- el siguiente fue Sant el cual sonó irritado. Idiota.

Dengel se limito a bajar las escaleras en silencio sin mirar a nadie, solo se sentó en uno de los asientos y espero a mi noticia.

-La carta.- obvie poniendo mis ojos en blanco.

-Ah!

-“Mis queridos jóvenes, se que han viajado mucho y no han descansado en estos últimos meses, pero esta vez estamos muy seguros de que La Elegida se encuentra en Denver, sentimos su presencia con mayor fuerza en esa zona, aunque claro sin el don de Altair no la encontraremos ni siquiera intentándolo. Esta vez tendrán que asistir a una secundaria haciéndose pasar por adolescentes normales, el nombre del establecimiento es “East High School”, ya están inscritos y todos sus documentos están listos.
Mañana deberán asistir a el instituto, ahí les dirán cuáles son sus clases y cada una de sus asignaciones. Ustedes se preguntaran ¿Por qué tienen ahora que ingresar al instituto?, resulta que ahí sentimos su presencia con mas fijeza solo que no estamos seguros, solo queremos cerciorarnos.
Ustedes pueden hacerlo, han sido entrenados toda su vida. Cuando la encuentren, ya saben qué hacer.
CONFIAMOS EN USTEDES
El Consejo de Ángeles Mayores”.- concluí la carta con un poco de asco, mis hermanos me miraban atentamente luego para intercambiar una que otra entre ellos, el ambiente se cargo de incomodidad.

-Bueno.- el primero que interrumpió el silencio fue Dengel, el cual trato de calmar todo tomándolo con indiferencia. De un salto se puso en pie y subió las escaleras, sin mencionar algo más o siquiera mirarnos.

-Está bien, todo sea por terminar con todo esto.- comento Donovan en un murmuro casi para él, subió las escaleras.

-¡EXCELENTE!, me encanta.- el grito de Sant me sobresalto, porque será que tiene que ser tan escandaloso- chicas prepárense porque Sant va por ustedes.- su tono fue de autosuficiencia. Bufe con sarcasmo y preferí no seguir oyendo, así que me dirigí a mi habitación.

San tal vez sea la persona más arrogante e imbécil que conozca sobre la faz de la tierra, a veces no le vendría mal mantener su maldita boca cerrada. Idiota. Al entrar a mi recamara cerré la puerta con llave tras de mí y me dispuse a desempacar mis cosas, deje cada cosa en su lugar, no es que sea fanático del orden o algo así, pero si mi habitación se encuentra desordenada no puedo dormir me hace sentir incomodo, en realidad no se es algo extraño. Al acabar mire el reloj de mi muñeca marcaba las 11 pm., estaba exhausto fue de verdad un día muy largo y pesado, me tumbe en la cama así como estaba y caí en profundo sueño.

“Una rosa negra adornaba su reluciente cabellera rubia, su rostro de porcelana acentuado con un maquillaje un poco oscuro, un perfecto vestido negro tornado a cada una de sus curvas y unos zapatos de tacón. Era ella la chica rubia.

Caminaba lentamente tomada de la mano de aquel chico, el cual se miraba impecable con un smoking de marca y el cabello castaño alborotado. Ambos iban con sonrisas relucientes mientras intercambiaban miradas llenas de amor y deseo. Apreté los puños.

La pareja llego hasta el umbral de una gigantesca mansión, tocaron el timbre, a los minutos un hombre de complexión fibrosa, alto, de tez extremadamente pálida, cabellera larga de color azabache, facciones aniñadas y unos grandes ojos plateados… por una extraña razón se me hizo familiar.

-Volvieron.- murmuro el hombre de ojos plateados con felicidad- Bienvenidos.

La rubia se abalanzo sobre el hombre literalmente abrazándolo y llorando con fuerza, el la recibió gustosa acariciando su espalda y estrechándola con fuerza entre sus brazos. El castaño los miraba desde una distancia prudente.

-Algo me dice que su visita no es por cualquier cosa.- ellos negaron.

-El murió…”


Mi despertador sonó estrepitosamente, me levante de un salto, me encontraba empapado en sudor y la respiración acelerada, ese sueño de verdad no había sido normal y tampoco había entendido el porqué de este, no conozco a esas personas no se quien son nunca las había visto y menos entiendo de que hablan. Me senté en el borde y me estire un poco, camine arrastrando los pies hasta el baño, ahí hice todo lo necesario y al acabar regrese a mi habitación para vestirme, una camisa negra, un buzo a cuadros, unos vaqueros gastados y mis converses negros. Poco me tomo para estar listo, bajé las escaleras y fui directo a la cocina, me serví un tazón de cereal y un vaso de jugo de naranja, comí lento conozco a mis hermanos se que se van a tardar tengo que darles un largo tiempo para que les de la gana de apurarse. Al terminar deje el plato en el lavaplatos y decidí terminar con la espera. Sinceramente solo ellos y las mujeres tardan horas solo para arreglarse, no entiendo que tanto hacen.

-Señoritas APURENCE.- grité desde el pie de las escaleras, ya me estaba cansando.

-Si, si ya estamos.- refunfuñaron todos bajando las escaleras.

-Bueno vámonos.- voltee los ojos con desespero. Abrí la puerta y me dirigí al auto el mismo BMW negro de ayer.

-Un momento… ¿tú sabes cuál es el camino para llegar al instituto?- pregunto Donovan frunciendo el ceño.

-Si había otro papel dentro del sobre, que explicaba cómo llegar.- respondí indiferente, accionando la alarma del coche para poder abordarlo- ah por cierto.- los mire- ahora tenemos diferentes nombres Sant el tuyo es Santiago, el de Dengel es Ángel, el de Donovan es Eric y el mío es Peter.- mencione con tono lúgubre y picardía, Dengel al instante puso cara de asco.

-Jajaja! Esos son mejores que los anteriores.- rio Sant. ¿Esto tiene algo de divertido? Mi hermano no es normal.

-La verdad es que si.- le siguió Donovan con una sonrisa idiota.

-Pero nombre humano es humano.- murmuro entre dientes Dengel, con tanta rabia que me dio escalofríos.

-Sí pero no importa tenemos que aceptarlo, ya estamos inscritos así en el instituto, de acuerdo.- trate de apaciguar su ánimo.

-Sí, sí, sí, de acuerdo vámonos.

Subimos al coche en silencio cada uno inmenso en sus pensamientos, Donovan en todo los planes, Sant en cualquier tontería… pero el que me preocupaba era Dengel de verdad se ve molesto con eso del nombre, no entiendo porque le molesta tanto luego le preguntare. Emprendimos marcha al instituto, no nos tomo mucho en llegar tal vez unos diez minutos, aparcamos no muy lejos de la entrada, bajamos del coche y nos dirigimos a la secretaría. Los murmullos no se hicieron esperar, las miradas tampoco, lose y lo sabemos todo eso es por nosotros, claro al ser los estudiantes nuevos es lo más comprensible. Entramos en la oficina, tenía un aspecto como a hospital, las paredes de un azul mar, varias sillas, unos cuantos cuadros y en una esquina un escritorio de madera tras del una mujer, de edad promedio, con el pelo largo hasta los hombros color castaño oscuro, delgada, tez morena facciones pequeñas y finas, de lentes los cuales ocultan unos ojos color miel.

-Buenos días, en que les puedo servir jóvenes.- el tono de la señora fue amable.

-Si hola yo soy Peter y ellos son mis hermanos Ángel, Santiago y Eric.- me presente usando un tono aterciopelada acompañándolo de mi mejor sonrisa, siempre soy el que tiene que hablar por los cuatro, o sino ellos terminaran diciendo o haciendo quien sabe que.

-Ah sí, sí, sí, los Hermanos Mcmoon, es un gusto, si me avisaron que llegarían hoy.- hizo una pausa mientras abría un cajón y del sacaba unas hojas que nos las entrego a cada uno- tengan, esos son sus horarios, detrás tienen un mapa del instituto, eso los ayudara mucho, espero que les vaya bien en su primer día jóvenes.- se despidió de la mano y nos sonrió maternalmente, todos le regresamos el gesto y salimos de ahí.

-Gracias.- dijimos a coro antes de dejar el lugar.

Salimos de la oficina, nos quedamos de ver en el almuerzo, mientras cada uno tomaba un camino diferente. Me dirigí a mi primera clase Química, al entrar el salón aun estaba casi vacío uno que otro chico sentado o hablando, me senté en la esquina derecha sin mirar a nadie, solo concentrándome en mis cosas, no le di importancia de lo que pasaba a mi alrededor. Al sonar el timbre, todos entraron y ocuparon los otros asientos, la profesora entro y sin mucha espera inicio la clase, no me pidió presentaciones, solo menciono mi nombre al tomar lista, los demás volvieron a murmurar.

-Hola.- una voz un poco chillona llego a mis oídos, pero trate de ser amigable, así que al voltear le sonreí.

-Hola.- salude en tono amable.

-Soy Amanda, mucho gusto.- me tendió su mano la cual estreché por pura cortesía.

-Peter, igualmente.- murmure mi “nombre”.

No dijimos mas ya que la profesora pidió que guardáramos silencio, no le presté mucha atención a la clase, era algo que simplemente yo ya sabía, la hora paso volando. Sonó el timbre por fin, comencé a guardar mis cosas.

-Oye Peter.- me llamo la chica Amanda- si no te molesta, puedes sentarte con mi amigos y con migo en el almuerzo.- su tono fue confiado- claro si no te molesta.- se rectifico con una sonrisa amplia, mientras enredaba uno de sus dedos en un mechón de su cabellera.

-Sabes me gustaría, pero hoy no voy a ir a almorzar.- vi que se decepcionaba- pero tal vez mañana.- su rostro se volvió a iluminar, a veces me pregunto porque me meto en cosas que no quiero solo para no hacer sentir mal o decepcionar a los demás. Soy un idiota.

-Si claro no hay problema.- se levanto de su asiento y se dirigió a la salida- nos vemos luego Peter.- se despidió de la mano y salió.

Amanda aunque no me daba buena espina es muy bonita, delgada pero voluptuosa, de tez bronceada, cabello rubio claro ondulado que le llega un poco más arriba de la mitad de la espalda, labios gruesos, alta, facciones finas, ojos color miel.

Me levante de mi asiento y me dirigí a la salida, en el camino a mi siguiente clase todos me observaban-las chicas murmuraban de mí y me lanzaban miraditas.-, los pasillos los vi tan grandes y tan abarrotados de gente… será algo difícil encontrar a la elegida. Algo como un rayo cayó sobre mi cabeza, sentí algo extraño como si me estuviera llamando, que me dijera que debía ir a esa dirección… la elegida. Comencé a esquivar a la gente para encontrarla, no camine mucho en realidad todo me llevo a un salón, estaba casi completamente vacío excepto por dos asientos donde se encuentran una chica y un chico.

Para olvidar todo mis intenciones, el lugar, el porqué, desapareció en un solo un minuto, solo o tal vez debido a una chica… esa chica, era sin duda la más bella y angelical que haya visto alguna vez, su cabello negro azabache le llegaba hasta la cadera, delgada, de tez pálida cremosa y tersa, no le pude ver sus rasgos bien, ya que estaba un poco alejada, pero desde mi posición se ve hermosa. Tal vez sea un idiota monumental, estaba tan prendado que ni siquiera recordaba, que estaba yo ahí, mirándola sin pena, deleitándome de cada uno de sus gestos, solo que al parecer ni ella noto mi presencia.

Se levanto, sus pasos eran un tanto temblorosos creí que caería al suelo pero me prepare de igual forma, en ningún momento dudo solo se vio algo ¿destrozada?...ausente. Se fue dirigiendo hacia mí, mire cada uno de sus rasgos, ¿el rostro digno de una diosa? Sin duda, ojos azules celestes profundos y únicos- nunca había visto ese color de ojos en mi vida- una nariz perfilada, pómulos delgados con un ligero tono rosado, labios carnosos con un toque rojizo. ¿Un ángel había caído del cielo y me bendecía con su presencia? Si en ese momento me hubieran matado por esa afirmación, podría haber muerto plácidamente.

Ella siguió caminando en mi dirección, había olvidado de nuevo que estaba parado a mitad de la puerta viéndola… solo que ella seguía sin darse ni la más remota idea. Me aparte un poco para que ella pudiera pasar, ni siquiera volteo a verme, pero la expresión que emanaba su rostro me partió el alma, era como si una sombra oscura opacara la felicidad de su rostro. Voltee a ver al muchacho con quien ella había estado él la seguía viendo con tristeza, el si se dio cuenta que lo estaba viendo, me miro con odio y comenzó a recoger sus pertenencias, ¿Por qué estará llorando?, ¿Qué le habrá ocurrido?, ¿él le habrá hecho daño?, sentía unas ganas urgentes de ir a donde se encontraba abrazarla tenerla entre mis brazos y consolarla, decirle que yo estaba ahí y que nunca la iba a dejar… UN MINUTO que estupideces estoy pensando, yo estoy loco… ella simplemente no me conoce, ella no se dejaría abrazar por un extraño, yo definitivamente soy un desquiciado, un acosador o algo parecido, ni siquiera sabe que existo y si lo hiciera mínimo me abofetearía. Solo que no entiendo porque mi mente me obliga a eso, conocerla, consolarla, cuidarla, estar con ella, protegerla… no importa haré lo que sea para conocerla no sé cómo ni cuándo pero lo hare, hablare con ella, me repetía mentalmente. ¿Qué carajo me pasa?... Ya va ¿Qué?

Me di la vuelta y para dirigirme a mi siguiente clase, pero simplemente no me podía concentrar, ni siquiera sabía por dónde caminaba, mi mente solo se enfocaba en sus ojos cristalinos, sus labios perfectamente marcados, su piel tersa y bueno ella… seguía preguntándome el porqué de su tristeza, de su vida y sobre todo quien era ella, su nombre… en realidad quería saber TODO.

Las siguientes dos clases se pasaron sin notarlo, mi mente iba y venía a lugares diferentes, al igual que mis ojos los cuales solo querían percatarse de cada movimiento de aquella chica. Cada vez que me la encontraba entre clases por los pasillos la miraba fijamente, dejaba que mi mente divagara y se deleitara, ella seguía sin notarlo parecía un zombi… de verdad lo que le haya pasado le afecto mucho. Solo quedaba una clase antes del almuerzo, al diablo mis hermanos tenía que verla ese corto tiempo, en si parezco un acosador, no se que me ocurre… solo la he visto unas malditas horas, y ya ando buscando anillo de matrimonio prácticamente. Me siento un idiota empalagoso.

Al llegar al salón, mire cada rincón solo para justificar si la veía o no, ahí estaba su mirada ausente resaltaba en ella claro su belleza nunca faltaba. Saben me pregunto ¿Qué me ocurre? No es que no me haya gustado una chica antes o algo así, pero todo esto está siendo tan drástico y exagerado, me siento en una fucking novela de mal gusto y yo siendo el patético protagonista… que tal vez pierda o no al final de toda la historia.

Ocupe el asiento libre al lado de Sant, mi mirada en toda la clase viajaba a la diminuta chica de ojos azules y mirada apaga, deseaba conocer los secretos que se ocultaban tras aquellas grandes gemas, descubrir esos pensamientos que la tenían de aquella manera… ser un apoyo o tal vez ser EL. Toda la clase ella no hizo más nada solo mantuvo la cabeza gacha y de vez en cuando cerraba los ojos muy fuerte, no le podía quitar los ojos de encima, verla sufrir así de esa manera… porque eso es lo que le pasa, tanto me destroza, casi lloro es muy deprimente verla así, ahora que lo pienso soy el colmo no sé ni el nombre, y me estoy enamorando… ¿Qué acabo de pensar? ¿ENAMORANDO? Que me ocurre… Altair por favor que carajo piensas, eso no, tal vez tenga novio cierto, pero solo estoy siendo un jodido iluso que luego se estrellara contra una pared y luego no habrá nadie quien recoja los restos, estoy tomando esto demasiado ¿apresurado? En verdad como pudo ocurrírseme eso ¿QUE TE OCURRE?, OK me estoy volviendo loco estoy hablando en tercera persona, ya de verdad me estoy asustando de mi mismo. Preferí mejor dejar mi intento de enloquecer y me enfoque en ella, y no en mis RAROS pensamientos.

Al sonar el timbre, ella recogió sus pertenecías lentamente, se despidió de su amiga y salió del salón sola, me limite a seguirla, ella caminaba en dirección contraria a los demás alumnos ellos iban a la cafetería y ella seguía caminando hacia a lo que me percate que es el jardín del instituto, con o sin sentido común cualquiera se perdería en ese lugar. Camino con lentitud pasando y cruzando en diferentes puntos, al parecer conocía perfectamente ese bosque, se detuvo al frente de un frondoso roble, donde tiro todas sus cosas al suelo a un lado, se sentó bajo este abrazo sus rodillas y apoyo su cabeza en ellas, soltándose a llorar de una forma fuerte y sollozaba mucho.

Mi instinto sobre protector se disparo, aguantaba todas mis ganas de no correr hasta ella y limpiar sus lagrimas, prácticamente me sujete del suelo, en cualquier momento iba a explotar. Claro como yo siempre soy masoquista e imbécil olvidando que ella no me conoce que no sabe que ni existo mientras la veo ahí, tan vulnerable y pequeña… quiero conocerla, ¡AH! Se me ocurrió una idea la voy a conocer o eso espero, solo tropezare con ella le pediré disculpas y tratare de platicar. Tal vez soy un idiota, pero uno inteligente.

El estridente timbre sonó sacándome de mis cavilaciones, eso significaba que el almuerzo habia acabado, y es hora de poner mi plan en marcha. Se levanto sacudió su pantalón se seco las lagrimas y comenzó a andar de nuevo en dirección al instituto, yo me escabullí entre la multitud para poder tropezar con ella, quedando a unos pocos pasos lo suficiente para que no me notara, listo esta frente de mi es ahora o nunca. Comencé a andar a paso normal y despreocupado, no tomo mucho solo cuatro pasos cuando sentí como un cuerpo chocaba contra el mío, sentí un fuerte golpe más de lo normal y como mi piel quemaba, mi cabeza dolía y mis ojos se oscurecían… al chocar todo paso como una tormenta, todo callo de sopetón… tal vez la explicación de aquello que había olvidado, por culpa de su mirada, ES ELLA… la elegida.

No lo puedo creer soy un idiota, no un INVESIL me comencé a crear ilusiones, con una muchacha que es mi propio enemigo, todo lo que he estado persiguiendo todos estos años, la razón de no poder ver a mis padres, de no tener amigos y siempre viajar, ella la elegida..¡AHG COMO LA ODIO! ella no es nada, no es nadie, la voy a matar no sé cuándo o cómo pero lo hare nadie me detendrá, yo ya no quiero seguir sufriendo mas, no quiero seguir como estoy, quiero volver a mi vida… tengo que hacer esto por cuenta propia no le diré nada a mis hermanos, voy a hacer esto yo solo, esto será entre ella y yo.

Caímos ambos al suelo, mis libros se regaron por aquel lugar, ella volvió a la realidad y comenzó a disculparse.

-Disculpa, enserio es que no me fije por donde iba.- sus palabras fueron torpes y sus movimientos nerviosos, me perdí unos segundos por su voz, es como el canto de los ángeles… por el amor a dios CONCENTRATE Altair, recuerda la odias es tu enemigo.

-Si pude notarlo.- mis palabras fueron como acido, recogí mis libros.

-De verdad, lo siento.- sus palabras fueron sinceras, lastimas que a mí ya no me importaban.

-Ps deberías.- di el tema por zanjado.

En ese momentos nuestras miradas se encontraron, vi sus ojos azules esas hermosas piedras, parecían un cielo en el cual quería estar, me fundí en aquella, no quería apartarla… un viento frio paso por nuestro lado llevando su aroma a mí, oler exquisito es quedar corto, a chocolate con rosas y un toque vainilla… no podía seguir pensando de ella de esa forma, tenía que sacarla…¿Cómo? Carajo traten de preguntarme luego a ver si se me ocurre algo. Me llene de odio y con la peor mirada la vi, solo me dirigió una mirada algo atónita y un poco temerosa, me di la vuelta camine sin mirar atrás.

Este año sin duda para mi puta mala suerte… será algo DIFICIL. Gruñí por lo bajo, porque será que no le pudo tocar a otro idiota este don. Si lo sé estoy jodido.


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Hola(:
como estan todas?
y como prometi aqui el segundo cap de RN
mañana no se con exactitud que traere si viñeta o cap
pero esperenselo (:
espero les haya gustado PETER *----*
muchas ya lo conocen pero aqui lo traje xD
con un ligero cambio un poco mas amargado -.-"
pero no se confundan el es SUPER dulce (:
bueno nos vemos mañana con lo que se me ocurra xD
MUCHAS GRACIAS a Aphro(: ...a Mosha(: ...a Emma(: ...a Brii(: ...a mi Sis(: ...a Kassi(:
gracias por felicitarme o por sus regalos :D
GRACIAS LAS ADORO(:
Bueno bye se me cuidan besos!

PD: COMENTENNNNNNNNNNNNN (:

5 comentarios:

Kriegerschwan S, E. dijo...

DIOOOS! Que amargoooooo ·-·

Pero es Peteeer *---* y el solo tiene que ABRIR sus ojooos :P

Ya quiero verlo en su esplendor cariñosongooo...

Grax por mencionarme amoreee <3 I Love You So Muuuuch

Bezoz

Anónimo dijo...

Ame el capitulo, bueno en verdad amo a Peter :$ Jeje
Que bueno que haya vuelto.
Espero el siguiente

Bezotes

Anónimo dijo...

HoOla!!
k tal
bueno me llamo iris
y acabo de leer rosa negra
y me encanto pero no encuentro
los de mas capitulos 3,4,5,6
porfa alguien puede decirme quiero leerlos enserio me encanto
porfavor se los agradeceria mucho
bye
xoxo

K@%!N@ dijo...

no se por que pero me encanto!!!!! la idea de que peter se enamorara y luego se diera cuenta que tenia que matarla.... noc como le vas hacer pero quiero saberlo!!! estare super pendiente al proximo cap....
http://jacobblackyreenesme.blogspot.com/

K@%!N@ dijo...

no se por que pero me encanto!!!!! la idea de que peter se enamorara y luego se diera cuenta que tenia que matarla.... noc como le vas hacer pero quiero saberlo!!! estare super pendiente al proximo cap....
http://jacobblackyreenesme.blogspot.com/