viernes, 20 de agosto de 2010

Capitulo 3:La fiesta


POV 3RA PERSONA

Esa noche cada uno, iba inmerso en su propio mundo. Uno rebosando de alcohol, drogas y mucha nicotina. En aquel vecindario de niños ricos, solo abundaba la música electrónica, los adolescentes sin control y la notable ausencia de padres.

Donde aquellos seis amigos, hacían lo que les venía en gana, con quien quisieran y donde fuera. Qué más da si esto es una fiesta y lo único que los haría parar, seria la policía…aunque hasta eso lo dudo.

Olivia a pesar de ser una chica aplicada, educada y dulce, tiene una debilidad como toda adolescente, solo una palabra…ALCOHOL. Esa cosa es su infierno echa liquido, ya que cada vez que la toma, no hay forma de pararla, ni siquiera aunque no pudiera ni levantarse o contara cada uno de sus secretos más oscuros… NI ESO. Ella seguía hasta que al siguiente día no recordara como llego a ese lugar, tampoco de que tomo algo, ni aunque tuviera la madre de las resacas. NADA DE ESO. Para Olivia Sanders es totalmente normal, aunque ella no lo admita públicamente. Ya se acostumbro a esa clase de cosas…solo que lo mantiene en secreto. Eso dañaría su imagen pública.

Como era de esperarse, al llegar ella a aquel lugar, lo primero que hizo, fue empinarse un vaso de lo que fuera…no importa cual, mientras tuviera un grado de alcohol alto, está bien.

Luego de un par de vasos y un poco de acicalamiento, estaba lista para arrasar con la fiesta. Tomo al primer idiota que encontró, claro no a cualquiera, a uno lindo. Llevándolo a la pista de baile, el chico no se sorprendió. Todos conocen la fama de la “pequeña” Olivia, en cualquier fiesta.

Ella se pego todo lo que pudo a él, cosa de la cual el chico no se opuso. Ambos se movieron al ritmo de la música, bueno o eso parecía, ya que los pasos de la castaña, parecían más de una stripper o algo parecido. A él no le importaba, sabía que esta noche la pasaría en grande, con una de las pequeñas fieritas más salvajes…eso es lo que comentan casi todos los hombres del instituto.

Ella no espero mucho para estampar sus labios contra los de él, ese beso parecía más, una riña para ver que lengua entraba más profundo en la garganta de la otra persona. Desde el exterior parecía que se estuvieran comiendo, literalmente.

-¿Quiéres ir a un lugar más tranquilo?- pregunto el chico de ojos verdes que habia escogido Olivia, sin ni reconocerlo, ya que la vista se tornaba cada segundo más borrosa. Claro, eso no es impedimento, para que ella haga lo que él le pide. Asintió lentamente, alzando una ceja con sensualidad y mordiéndose el labio inferior.

Esa fue respuesta suficiente, para que el sin nombre, la llevara a una de las habitaciones superiores, donde como pensó… la va a pasar en grande.



Justin no le gusta la imagen que le tienen muchos chicos, dicen que él es gay…solo por ser dulce. Pero tanto sus amigos como el saben, es solo por el estúpido enamoramiento que tiene hacia Kim. Porque si no fuera por eso, seria la fiera mas desatada sobre la faz de la tierra…más que Olivia.

El castaño se encontraba en uno de los buros del exterior, con una cerveza en la mano izquierda y un cigarrillo en la otra. Mientras apreciaba la majestuosidad, de aquella noche estrellada con luna llena. Cosa que ningún adolescente en la fiesta, le importaba en lo más mínimo.

Bajo su mirada unos segundos, preguntándose ¿Si no me gustara Kim, cómo actuaria en estos momentos? Una respuesta bastante obvia, estuviera haciendo lo mismo que Olivia o sus amigos, con cualquier rubia, pelirroja o castaña de la fiesta…hasta con las tres juntas.

Se sintió patético, sintiendo lastima por el mismo. Se supone que es una fiesta y hay que divertirse…pero sus ánimos no son del todo para una. Sigue sin entender por que acepto venir a ella…Cierto, para poder estar con Kim, la que al parecer ni siquiera vino. Genial.

-¿Puedo sentarme acá?- pregunto una suave voz a su lado. Volteo topándose con unos grandes ojos chocolates. Sonrió ampliamente, habia llegado.

Se movió un espacio y palmeo el sitio a su lado, la pelirroja sonrió ampliamente, sentándose junto a aquel chico que la volvía loca. Sera su sonrisa, sus ojos, su voz, su pelo, su cuerpo, su rostro…no lo sabe, tal vez sea todo, pero Justin Evans le encanta hasta lo más hondo de su ser.

-Hola.- susurro el sin apartar la mirada de sus ojos.

-Hola.- saludo tímidamente Kim, besando la mejilla del ojiverde, haciendo que este se sonrojara.

-¿Como estas?-pregunto el divertido.

-Bien, ahora que estoy acá.- contesto ella, sonriendo.

-Yo igual y hasta el infinito.- se rio, ese es un chiste privado que tienen ellos.

-Te extrañe…-murmuro la chica, haciendo un pucherito infantil, lo cual hizo verla muy adorable.

-Yo también amor…-contesto el castaño, tomándola suavemente del rostro. Beso sus mejillas, su frente, su mandíbula, hasta llegar a sus labios, los cuales beso como si tratara de algo que se pudiera romper. Ambos disfrutaron de aquel.

Y eso es lo que caracteriza a esta dulce pareja…su amor tan puro y tierno. Cosa que ningún adolescente con hormonas revolucionadas y alcohol en las venas, entendía…bueno en realidad ninguno.

Pero eso a ellos les da igual…mientras se tengan mutuamente. Todo estará perfecto.


Charlie es tan Charlie, no hay nadie quien se le compare. Puede beber más de veinte vasos de alcohol, acostarse con cuatro mujeres a la vez, fumarse dos cajetillas de cigarrillos…y aun así sigue con su aspecto de niño bueno y malicioso a la vez… sin olvidar su actitud calmada y llena de sarcasmos. A poco no es único.

Esas son las razones por la cual Emma- la chica liberal y feminista, como todos la conocen- LO ODIA. Por ser tan tranquilo ante cualquier situación, nunca meterse en problemas, ser tan machista…pero sobre todo, ser absolutamente y malditamente hermoso.

Ella odia con toda su alma, lo que él hace que ella sienta con tan solo una mirada. Todas esas mariposas en el estomago, sonrojarse, las risitas por cualquier tema referente a él… TODO. Es demasiado frustrante.

Y obviamente como era de esperarse, ellos lo primero que hicieron al llegar, fue insultarse. Ya llevaban rato en ello, tanto que ni siquiera recordaban porque habia iniciado la pelea… aunque es obvio por cual, casi siempre es el mismo… “Los hombres son mejores que las mujeres”, cosa que siempre dice Charlie haciendo que Emma se desate.

-Eres un maldito imbécil.- grito Emma.

-Ja, ja, ja, no me hagas reír cariño, la única imbécil que veo aquí, eres tu.- le resto importancia Charlie, dándole una calada a su cigarrillo.

-Eres un desgraciado, espero que algún día te mueras de cáncer de pulmón o mejor aun, de alguna enfermedad veneraría.- rio en su rostro. El alzo una ceja.

-Cariño te lo digo, si eso pasa, tú te hundes conmigo.- se mofo, mientras seguía con su atención, en aquel cigarrillo.

-Ya quisieras tu “cariño“.- lo miro desafiante, para luego hacer un gesto sensual, tomando la gran entrepierna del rubio. Lo que hizo casi perder el aliento a Charlie, pero se recompuso rápidamente.

-Por favor, sabes que te mueres por mí.- se acerco tanto a ella, haciendo que sus alientos se entre mezclaran y sus labios se rozaran, tocando suavemente las curvas de la rubia, hasta llegar a sus senos. Ella se perdió un momento, ante aquel roce, haciéndola cerrar los ojos y gemir de placer.

-Eres un imbécil…cretino, idiota, estúpido, morboso, asqueroso, eres un, un…- se detuvo ya no encontraba otros calificativos, aun el placer ante su tacto la cegaba. El sonrió auto complacido.

-¿Un qué?- susurro, a centímetro de los labios de ella.

-Eres un maldito…-estallo la rubia, golpeándolo en el pecho a Charlie.

Cosa que el tomo una ventaja, la agarro de las muñecas con fuerza y la aprisiono en una pared, apoyando todo su cuerpo contra el de Emma. La rubia gimió ante el contacto, el no espero mas y aplasto sus labios contra los de ella. Besándole frenéticamente, a lo cual correspondió al instante… aunque se reprimía mentalmente, no podía evitar, que ¡dios! le tiene muchas ganas a Charlie, al igual que el a Emma, que por ende, ninguno de los dos cabezotas lo acepte.

El beso fue muy salvaje, desde los toques, hasta los movimientos…ya que mientras se besaban, empujaban cosas o se tironeaban de una pared a otra, sin impórtale nada, ni nadie.

Ambos estaban al borde del éxtasis, ya nada importa, tienen que hacerlo y ya…

-Esta noche, eres mía.-susurro con sensualidad Charlie en el oído de ella, cosa que la rubia respondió con otro de sus tantos gemidos de placer.

La tomo de la cintura y la llevo a la primera habitación vacía que encontró, sin esperar casi ni respirar. La tiro contra la cama y se recostó sobre la joven. Besándole sin control.

Bueno que les puedo decir de esta pareja, de el amor al odio... hay un solo paso.


Gaspard no es ningún amargado ni mucho menos aguafiestas, solo teme por la seguridad de su mejor amiga. No le gustaría que fuera herida, violada o algo peor… que ¿Por qué hace todo eso? Simplemente porque es la única familia, que él tiene. Y Britt es como su hermanita, una hermanita con la cual se acuesta sin compromiso…suena horrible, pero es la realidad.

Brittany por su otro lado, es una chica liberal y sin ataduras, que le gusta hacer lo que se le venga en gana y divertirse por sobre todas las cosas. Claro, que le molesta que su mejor amigo la sobreproteja, es sofocante. Pero también lo entiende, ella sabe que Gasp en el fondo sufre mucho, por el tema de sus padres… ella no le gusta verlo sufrir, haría cualquier cosa por verlo feliz. Aunque la parte de acostarse ambos lo disfruten.

Ambos bailaban muy juntos en la pista de baile, moviéndose al ritmo de la música…y aunque ambos estuvieran muy excitados, se controlaban. Ellos ya habían aprendido a hacerlo, esta no ha sido la primera vez que se tienen ganas mutuamente, en un lugar público. Así que decidieron aprender cómo.

-Oye Gasp… Miriam French te está viendo.-le dijo Britt a su amigo.

-¿En serio?- pregunto algo desconcertado.

Miriam es una chica de el equipo de porristas, no es fea, ojos azules, rubia, delgada y voluptuosa. Es tranquila y siempre callada. Gaspard al parecer desde hace un tiempo, ha presentado un cierto interés hacia aquella chica. Así que su amiga quería que ellos dos estuvieran juntos, por la estabilidad emocional de Gasp, el necesita alguien a quien amar, bueno no amar, al menos sentir sentimientos de pareja.

-Ve por ella.- lo apoyo Brittany, con una sonrisa infundiéndole valor.

-¿Segura?- dudo, haciendo un gesto.

-Claro…sé que mi futura cuñada será un amor.- se rio inocentemente, mientras lo besaba en la mejilla y le daba un ligero empujón. El también rio y le acaricio un segundo la mejilla, antes de girarse y perderse entre la gente.

Ella aprovechó y también se perdió entre la multitud de adolescentes, que bailaban como desquiciados. Britt lo único que quería hacer, era tomar alcohol, fumar uno que otro cigarro y bailar. Camino en dirección a la barra. Sin embargo, algo cambiaria el rumbo de sus deseos. Algo que paso mas que rapido, solo fueron segundos.

Alguien la agarro de el brazo, aprisionándola contra la pared, ella no supo de quien se trataba ya que todo fue deprisa. Él quien quiera que sea, que la habia agarrado. De un solo movimiento planto sus labios contra los de ella. Britt no se movió, quedo pasmada. Miro el rostro del chico, solo encontrándose con una piel ligeramente bronceada y unos cuantos mechones rubios, hasta el olor se le hizo familiar, el aroma de él desprendía sensualidad, una muy fuerte, era tan exitadora…a hombre.

Cuando por fin se separo, la boca de la rubia casi cae al suelo al saber quién era, no lo podía creer…era…era…ANTHONY, el profesor.

La ojiazul no se movió, el shock del momento era demasiado grande. El rubio acaricio la mejilla de la chica, hasta llegar a sus labios, los cuales delineo suavemente. La beso rápidamente y se alejo de ahí sin ninguna palabra.

Brittany aun seguía pasmada… ahora si necesitaba un trago y bien cargado. Camino…no, casi corrió a la barra y se sentó en el primer asiento vacío que vio. Le pidió al bartender un tequila doble y recostó la cabeza de la madera. Suspiro con fuerza y cerró los ojos.

-¿Una mala noche?-pregunto alguien a su lado.

-Ni te imaginas.- respondió Britt, sin siquiera levantar la cabeza.

-¿Que te pudo pasar, para aguarte la fiesta?-el chico mantenía un tono divertido.

-Cuantas cosas no me han pasado, en esta corta noche.-murmuro con pesar. Levanto su rostro encontrándose con un chico demasiado ardiente para ser real. Cabello liso castaño cayéndole hasta los ojos, piel bronceada, ojos aguamarina, labios carnosos, espalda ancha y fuerte, camisa blanca la cual se amolda a un perfecto torso marcado, jeans y una chaqueta de cuero dándole un toque rebelde. Como habia dicho A-r-d-i-e-n-t-e.

-Un gusto, me llamo Caleb.- se presento, ofreciéndole su mano. La cual ella estrecho amablemente.

-Brittany. El gusto es mío.- sonrió de medio lado.

-Bueno Brittany…-comenzó el castaño.

-Britt por favor, mi nombre es muy largo.- le corrigió divertida.

-Bueno Britt…tenemos toda la noche y mucho alcohol. ¿Quieres contarme lo que paso?- pregunto haciendo un par de gestos.

-¿Estás seguro?- lo miro un poco desconfiada.

-Claro…-le infundió valor él.

-Bueno veras,….-y así la rubia y el chico de ojos aguamarina, pasaron horas, hablando de lo que paso. Luego de un par- bueno muchos- tragos. Terminaron el tema, entre verdades un poco personales. Ya ninguno diferenciaba si todo era un sueño o real, el alcohol a ambos se les habia subido por completo.

-Britt… Brittany…Brittanicita… ¿te gustaría ir a mi departamento?- pregunto un ya muy alcoholizado Caleb.

-Claro…Cal, va…va…v…a…yamos.- le contesto riendo a cada minuto la chica.

Ambos a penas pudiendo si quiera caminar, porque caminar un paso era prácticamente imposible. Solo movían el pie y ya el mundo se les ponía de cabeza, haciéndolos caer de bruces. Caleb a pesar de todo, camino mejor.

Luego de una larga travesía, entre cientos de cuerpos desmayados de otros adolescentes, botellas por todos lados, basura por doquier y más cosas que preferiría ni ver. Llegaron al auto de él, ella ni siquiera sabía si era una camioneta o un carro, es mas hasta creyó que era un autobús. Entre risas sin control y tambaleos desenfrenados, pudo entrar al coche y partieron al apartamento del joven.

No sé cómo llegaron ilesos, si a penas se mantenían en pie, ¿Cómo llegaron al edificio sin ningún rasguño? Es una muy buena pregunta. Estaciono el auto sin más y se bajo de él, para luego ayudar a la chica.

Subieron hasta el penhouse, sumamente hermoso y espacioso. Claro, eso no les importo, porque al apenas subir en el ascensor, ya se estaban devorandose, en un férvido y muy deseado beso, que llevaban posponiendo desde el primer trago.

Al entrar, no importo nada, él la llevo a la habitación sin mirar a los lados. Llego muy a prisa. Se acostaron en la gigantesca cama y sin esperar más. El arremetió contra el cuerpo de Britt, sin dejarla ni suspirar.
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Buenas(:
como estan?
bueno que les puedo decir ¡AL FIN!
despues de tantos problemas con este cap
al fin lo termine:D
espero les guste
de verdad que me trajo muchos problemas ... le he escrito unas 3 veces ._.
pero aca esta :D
ya se lo que opinaran de Britt que es una zorra XD
lo see ._. que les puedo decir XD
otra cosa:
¡FELICIDADES A ERZENGEL!
que su blog cumplio nueve meses :D
Erzen Cariño muchas felicidades..un millon de gracias por los premios
y bueno te tengo una sopresa espero pronto publicarla...y que te guste :D
bueno comenten quiero saber que opinan con respecto al cap
Bueno bye se me cuidan besos!
PD: COMENTENNNNNNNNN (:

1 comentario:

Laly Michelle dijo...

Me encanto el cap *-* love it!!