-Flashback-
-Ashley.- grito con todas sus fuerzas el muchacho de pelo castaño. Pero no obtuvo ninguna respuesta. Siguió persiguiendo a la chica que se hallaba a un par de pasos de el, para luego tomarla del hombro y hacerla girar. Obligándola a enfrentarlo… a mirarlo a los ojos.
-Suéltame.- susurro la pelirroja tratando de liberarse del agarre.
-No hasta que me digas… ¿Por qué?- volvió a pedir, pero esta vez con un tono suplicante y dolido.
-Ya te dije, no te lo diré… no es asunto tuyo.- rezongó empujándolo un poco, para después cruzarse de brazos sobre el pecho.
-Claro que sí lo es.
-¡NO! No lo es… ahora no lo diré otra vez, suéltame.- ya estaba harta, aunque tampoco quería que él se fuera de su lado.
-Por favor…
-Landon, no hagas esto mas difícil.- su tono se cortó y por su rostro descendió una silenciosa lágrima.
-No llores mi amor.- limpio la lágrima y dio un paso para poder abrazarla con mucha fuerza, impidiendo que se fuera… que se fuera de su lado, para siempre. Ashley se volvió a alejar ese paso, iba a impedir cueste lo que cueste que esa barrera que había creado… se derribara.
-No me toques.- susurro mirando al suelo.
-Ashley…
-No, ya te pedí que me dejaras en paz.- exigió casi gritando y mirándolo con odio, rencor… puro y sincero rencor.
-¿Qué hare sin ti?
-Vivirás, yo nunca debí aparecer en tu vida…Nunca.- abrió sus ojos de par en par y se volvió a alejar otro paso.
-Ashley, sin ti no hay con que vivir.- acepto derrotado, cerrando los ojos por un segundo y luego apretando los nudillos.
-Sí, si lo hay.
-Pero…
-Nada de peros. De verdad quería que fuera de otro modo.- acepto la chica.
-Pero no lo fue.- el chico cerro los dientes de golpes y los chirrió tenuemente.
-La vida no es justa.
-Tienes razón no lo es.- Landon se controlo más de lo que creyó. Quería golpear con toda su fuerza una pared, hasta que los puños le sangrasen. Al igual que gritar.
-Pero lo hecho está hecho.- se encogió de hombros y suspiro.
-Ash…
-Adiós Landon.- se giro de nuevo y continúo su anterior camino.
-Te amo.- fue su último recurso. El estaba desesperado.
-Y yo a ti.- y con eso mas nunca volvió a verla o escuchar. Desapareció de su vida tanto como ella lo quería o le parecía mejor. Desde ese día no supo mas nada, de su amor, de la única persona que había hecho que su mundo girara bien. La única que le enseño amar… su hermosa y perfecta Ashley.
-Fin del Flashback-
-¡Ah!- grito con todas las fuerzas que le fueron permitido a sus pulmones. Quería desaparecer, gritar, sufrir y llorar hasta sentir que pierde todo el sentido común, a la cruel realidad.
-¿Estás bien?- escucho un débil susurro, que fui reprimido a causa de un fuerte rayo que resonó por el lugar.
Giro su cabeza de un movimiento algo exaltado, a causa del estruendo y la cantarina voz. Nunca había escuchado una voz tan aterciopelada. Sus orbes castaños por un momento se paralizaron y luego sus oídos creyeron escuchar un hermoso canto de ángeles. Aquella creatura tan hermosa, parecía ser más bien una ilusión… demasiado perfecta, para existir.
Tenía la piel tan blanca como la nieve y a la luz de la luna parecía tener un brillo mágico, una cabellera castaña muy larga hasta la cintura, hacia resaltar sus finos y suaves rasgos, y para terminar unos perfectos ojos esmeraldas le daban un toque dulce. Era mas hermosa que un ángel, mucho más.
-Algo así…-fue la débil respuesta que pudo dar Landon, siquiera recobrando un poco de su cordura que se había esfumado, luego de perderse en sus ojos.
-¿Necesitas ayuda?- la chica sonrió ampliamente, dejando al descubierto una perfecta dentadura blanca.
-No quiero que pierdas tu tiempo.- se justifico, encogiéndose de hombros.
-Pero, si para mí no es molestia…- clavo su verdosa mirada en la chocolate de él.
-Es un poco tarde…
-Para mí es un placer.- asintió con firmeza, sin quitar esa expresión tierna que solo ella parecía poseer.
-Bueno, pero de verdad no es nada con importancia…- hizo una mueca y luego sonrio de lado.
-Quiero ayudar…
-¿No te da miedo?
-¿El qué?- movió la cabeza ligeramente, demostrando que no entendía a lo que se refería.
-Hablar con un extraño y ayudarlo con sus locas ocurrencias… ¿y si fuera un drogadicto o un violador?- miro a un lado y se sintió extraño al decir aquello. No es que lo fuera, jamás. El nunca se atrevería a obligar, a una mujer, a hacer algo que no desee.
-No.- fue su única respuesta.
-¿No?- agrando un tanto los ojos y palideció un poco. Que valor el de esta chica.
-Hay algo en ti… que me inspira confianza.- acepto la ojiverde con un leve rubor en sus suaves mejillas. Aquello le pareció, la imagen más bella que se hayan dignado a ver sus ojos.
-Bueno…
-Y dime ¿Qué es lo que parece tenerte así tan molesto?- la chica al final soltó una leve risilla, de la cual se contagió. Es muy hermosa, mucho mas que eso.
Hola a los terrícolas, bueno que tal están... yo mas feliz, ya no tengo que escribir mas y solo me queda la monografia, después seré toda de blogger y mis historias. ¡Ah! omitiendo exámenes de lapso, pero eso es caso a parte y no me lleva mucho tiempo. ¿Que les pareció? ¿Les gusta como va este mini-relato? Ah, solo queda el final... que lo publicare mañana. Ahora si me retiro, esta semana ha sido tan monótona... por culpa de estar tan ocupada. Equis, me retiro. Las quiero mucho se me cuidan y chaii :3