Y vivieron felices por Siempre...Viñeta

-¿Por que actúas de esa manera?- inquirió el chico rubio de su lado. 

-¿De que manera?- la chica levanto una ceja mientras cruzaba una pierna sobre la otra. 

-Así...- la miro como si mostrara algo obvio, mientras la señalaba de pies a cabezas. 

-Aun sigo sin entender.- se quejo haciendo muecas. 

-Solo mírate.- no quiso sonar despectivo, pero eso fue lo que salio de sus labios. 

-Okey, me estas llamando puta.- algo dentro de ella se rompió, sus ojos se tornaron cristalinos.

-No... no espera, no quería decir eso.- trato de justificarse... pero ella no le creyó. 

-Claro que si lo querías decir eso... pero sabes que no me importa.- termino ella. Secándose la única lagrima que había bajado por su mejilla. 

-Perdóname, no era eso lo que quería de...- ella lo callo poniendo un dedo suavemente sobre sus carnosos labios.

-No esta bien, lo se es que mírame... parezco una doncella prostituta... y esta bien lo acepto.- una sonrisa apagada se dibujo en su rostro, el pecho de el rubio se contrajo... no quería hacerla sufrir- Pero sabes que es lo que mas me duele, que tu lo pensaras.- termino mirándolo dolida, su corazón palpitaba triste- Pensé que eras diferente... pero me ve que me he equivocado. 

-Pero...- lo fulmino con la mirada, callándolo. 

-Esta bien que las personas se guíen por mi apariencia, pero tu... cuando sabes que no soy así. Sabes que creo en los cuentos de hadas, en los unicornios y pequeños duendes. Que se que algún día... mientras vea el atardecer por esa ventana, veré a mi príncipe azul viniendo hacia mi y el me dirá cuanto me ama... y viviremos felices por siempre.- concluyo mirando directamente sus ojos azules. 

-Y lo se.- el no pudo sostenerle la mirada, así que la bajo. 

-Si tanto lo sabes...- ella no pudo terminar, porque el la tomo por la cintura, atraiéndola hacia el y besando sus labios. 

El beso fue dulce... tierno... sencillo... prácticamente sintieron el resonar de los fuegos artificiales. Duro lo suficiente para demostrar todo lo que sentían.

-Eres tu.- susurro ella con felicidad.

-Soy yo... Somos nosotros.- le respondió dichoso, mientras reposaba su frente contra la de el. Ambos perdiéndose en los ojos del otro.

-Un momento... si quieres ser mi príncipe... debes venir caminando por la calle.- inquiero riéndose ella. 

-¿Es necesario?- pregunto esperando que la respuesta fuera NO. Pero la conoce demasiado bien, sabe lo que dirá. Ella asintió decidida. El la miro y suspiro, no habría forma de convencerla de otra cosa. Con un suspiro se levanto del sillón, no sin antes robarle un fiero beso en los labios, ella rió. 

La pequeña castaña se acomodo arrodillada quedando frente al respaldo del sofá y la gran ventana. Miro la calle, muchas casas se imponían a cada lado de esta, el sol bajaba con lentitud en el horizonte... haciendo que los naranjas de el crepúsculo le dieran a la escena romanticismo. 

Ahí fue cuando lo miro, alto mucho mas que ella, piel pálida, cuerpo de infarto... con una fuerte espalda, pecho marcado, hombros anchos, cabellera rubia despeinada, ojos azul tan azules como el cielo, rasgos varoniles y su esplendorosa sonrisa. A la chica se le hizo un nudo de la emoción y así como estaba salio a su encuentro. 

Ambos quedaron a solo un paso, sus ojos destellaban felicidad y sus sonrisas casi no cabían en sus rostros. El tomo su mano y beso esta caballerosamente. Ella se mordió el labio.

-Mi princesa, eres demasiado perfecta. Te amo con todo mi ser.- murmuro el rubio, tomándola de la cintura y acercándola a el. Ella rodeo el cuello del chico con sus brazos, haciendo que sus frentes se juntaran. El se acerco rosando sus labios tenue mente. Para luego separarse con una sonrisa haciendo que la chica hiciera un adorable puchero- ¿Y vivieron felices por siempre?- pregunto un poco eceptico, sonriendo de lado. 

-Y vivieron felices por siempre.- concordó con el. La acerco mas a su pecho, para volver acoger sus labios con los de ella. Para besarle toda la vida si fuera posible. Ya que ella siempre seria su Princesita y el... un bastardo con mucha suerte.