lunes, 14 de febrero de 2011

Nuestra PRIMERA y ULTIMA cita...Viñeta

*Octava parte de la viñeta Olvidar

Los pelirrojos caminaban a par tomados de las manos mientras se dedicaban ciertas miradas de soslayo. Llevaban varios minutos sin hablarse solo miraban al frente y trataban de no sentirse deprimidos. Este sería un día muy especial para ellos y no planean dañarlo con sus estúpidas emociones descarriladas las cuales se amontonaban casi a punto de estallar.

-A donde nos dirigimos?- pregunto ella rompiendo el silencio incomodo.

-Es una sorpresa.- susurro el con picardía, mirándola a los ojos y besando la punta de su nariz. La risa de Cam lo lleno. Siempre tan dulce y cantarina, un sonido que iba a extrañar con toda su alma.

-¡Oh vamos! Dime.- exigió ella mientras tiraba del brazo de Chase y le hacia uno de sus pucheritos, los cuales ni su madre podía resistirse.

-No, ya te dije será una SORPRESA.- enfatizo la palabra para hacerla notar, que no diría ni medio sobre el lugar a donde se dirigían. Había pasado un día competo pensando con exactitud a donde la llevaría antes de que todo terminara y ella partiera. Quería sacarle al máximo de esos míseros cinco días de los cuales ya habían pasado dos para que ella se fuera de su vida. No se sabe si para siempre, pero igual se iría y ese será el dolor más grande sobre todo agudo por el cual deberá pasar el pelirrojo. De solo imaginarlo su corazón se hace añicos y su alma se vuelve oscura.

Ya no tendría un sol al cual admirar hasta más no poder, ya no tendría aquellas sonrisas por las cuales deslumbrarme, ya no tendría esas miradas por las cuales desfallecer, ya no tendría las estrellas que alumbran mi noche solo oscuridad... ya no tendría NADA. Solo yo y tus recuerdos guardados en un cajón.

Siguieron andando pasando frondosos árboles y muchas flores de colores, se adentraban a un gran bosque que ella nunca había visitado y él conocía como la palma de su mano. Chase no aguantaba las descargas eléctricas que sentía a causa de sus manos unidas. Quería tomarla por la cintura besar sus labios hasta que el aire se volviera nulo, mirar sus ojos hasta descubrir el dichoso color tan extraño que aportaban estos y memorizar su rostro hasta que sintiera que el mismo la podría dibujar con solo dibujarla. A quien quiere engañar sabe que hasta mataría a el dichoso padre de Cam solo para que no se fuera de su lado. La ama demasiado.

-Voltéate.- le pidió jaloneándola suavemente del brazo, para posicionarla frente a él. Cam lo miro extrañada.

-Para qué?- agrando los ojos. No es que desconfiara de él. El es la persona por el cual daría la vida... pero quería ver hacia donde se dirigían para así tener una idea más concreta.

-Por favor.- la miro con ojos de cachorrito abandonado.

-Chase...

-Cam...

-Dime...

-No...

-¿Por qué?

-Solo hazlo...

-Dímelo...

-Por mi...

-De acuerdo.- se resigno luego de aquel enfrentamiento infantil. Se giro y miro al frente. El pelirrojo se posiciono atrás de ella y saco una bandana la cual puso sobre los ojos de la chica de ojos castaños.

-¿Qué haces?- pregunto sobresaltada.

-Te cubro los ojos. Ahora toma mi mano y sígueme, te prometo que no te pasara nada. ¿Confías en mi?- aunque sabia la respuesta, quería estar seguro para tantear el terreno. El no quería hacer nada que ella no quisiera.

-Estoy acá ¿no?- trato de ponerle humor a la situación, pero nadie rió.

-Limítate a contestarme.- sonó muy serio. A pesar de que ya estaban hasta acá y no importa que igual hasta la secuestraria solo para no dejar que se fuera, necesitaba saber su respuesta. Su deseo es que hoy fuera todo PERFECTO.

-Claro que confió en ti.- su respuesta fue contundente, no quería que le quedara ninguna duda al respecto sobre ese tema. El beso suavemente su mejilla tomándose el lujo de sentir la suavidad se su nívea piel.

-Te amo.- susurro Chase con ternura en el oído de la pequeña pelirroja. A la cual se le pusieron todos los pelos de punta y una sonrisa tonta se dibujo en su rostro. Esas palabras la llenaban hasta lo más mínimo. Como anhelo oír esas palabras durante tanto tiempo, y ahora que las oía... todo esto no tendría un final tan feliz, como ellos quisieran.

-Y yo a ti.- murmuro. A tientas busco los labios del ojiazul sin mucho éxito. Ver todo negro, no ayudaba mucho. El rió con ternura y prefiero ahorrarle el esfuerzo, llevando de una vez sus labios contra los de ella.

Fue un beso único lento, dulce y cargado de sentimientos. Cada uno exploro la boca del otro memorizando cada rincón, deleitándose, disfrutando. Sentían que tocaban el cielo, solo con aquel beso. Pero no todo era tan rosa, el beso llevaba un sentimiento de tristeza combinada con cierto atisbo de dolor pero poco a poco fue creciendo de una manera tan grutural, que torno aquel dulce beso en uno salvaje y cargado de desesperante.

Él decidió separarse, cuando sintió que aire estaba agotado y además creyó que si no se controlaba la tomaría sin importarle un rábano y le haría el amor ahí mismo. Ella gruño cuando el corto el beso, estaba tan genial.

-No seguiré el beso por tres razones, una debemos llegar a la sorpresa antes de que oscurezca, dos no sé si sabes pero necesitamos de oxigeno los humanos para vivir y tres no me hago responsable de mis actos.- lo ultimo contuvo una vos ronca tan deseable, que la pelirroja le recorrió un suspiro de pies a cabeza.

Chase se posiciono a su derecha, tomándola con fuerza y firmeza de la mano. Para retomar el camino que antes llevaban. En realidad no faltaba mucho solo tres metros, pero como el lugar estaba oculto entre los arboles, quería dar el efecto SORPRESA. Al llegar el se detuvo en seco y ella imito su acto. Puso sus manos sobe la bandana y con un suave tirón, se la quito. Ella al mirar todo contuvo la respiración y gruesas lagrimas abandonaron sus pequeños ojos achocolatados. Chase se alarmo.

-Que...que...que...que...q...que tienes.- solo salían tartamudeos inentengibles de sus labios. Ella no espero mas y se aventó a los brazos del ojiazul, el cual aun seguía en stock. Cam lo abrazo con mucha fuerza mientras ocultaba el rostro entre su pecho empapando su camisa, a Chase no le importo en lo mas mínimo. Solo quiere saber que es lo que le ocurre.

-Nada.- fue su única respuesta, la cual apenas pudo murmurar. El dejo que ella se desahogara. Estaba de los pelos de punta. Si no le decía algo Chase tomaría el rostro de Cam entre sus manos, la miraría a los ojos y la haría hablar- Es solo que estoy tan feliz, no me esperaba esto. Eres demasiado perfecto Chase. Te amo.- el al oírla decir eso, solo pudo besarla con pasión. Entregándose mutuamente. Esperaba de todo menos aquella respuesta. La ama, no lo puede negar por ningún motivo. Es su vida. Se arrepiente demasiado no haber tomado cartas en el asunto desde hace tiempo. Pero ahora que ya están hasta acá no puede dar marcha atrás. En su mente solo resonaba "EN SOLO TRES DÍAS". Haciendo que su pecho se comprimiera mas. Se separo y lentamente apoyo su frente contra la de ella. Mirándose directamente a los ojos. Los de cada uno nadaban en gigantescos posos de lagrimas que se extendían por sus mejillas. Cam alzo su mano y limpio las lagrimas del ojiazul.

-Yo mas a ti.- le aseguro con tono firme. Besando cada parte del rostro de su ex-hermana. Es tan hermosa. No existe nadie como ella.

Luego de que ambos se calmaron y dejaron de llorar. Caminaron hacia la dichosa sorpresa por la cual Chase se había desvelado. Era como un prado, pero con un gigantesco y frondoso árbol justo en el centro, en el cual bajo este había un mantel con un picnic, muchas velas encendidas, pétalos de rosa por do quier y justo a su lado un hermoso lago. Todo simplemente ROMÁNTICO.

Ambos se sentaron bajo el árbol muy juntos sin apartar la mirada del otro. No querían perderse nada de los pocos momentos que les quedaban juntos. El ambiente iba cargado de una electricidad muy potente combinada con nostalgia, la segunda decidieron reprimirla. El tomo dos copas que estaban a su lado. Le entrego una a ella y a ambos les sirvió vino. Sus siguientes palabras dolerían, pero necesitaba decirlas.

-Por nuestra PRIMERA y ULTIMA cita.- sus palabras salieron en un débil susurro. Alzo su copa y ella la choco con la de el.

-Por nuestra primera y ultima cita.- concordó dolida.

Ambos bebieron de aquel liquido oscuro y dulzón. Dándose a entender con la mirada que lo único que recorría su cuerpo es un gran y profundo dolor. El se inclino lentamente y beso los labios de la pelirroja suavemente, un débil rose. Como si dijera con ello "Eres lo mas preciado de mi vida, nunca haré nada para lastimarte". En la mente de ambos resonaba el "Te extraño". Ya todo llegara a su fin.

Bueno acá les dejo el inicio de lo que les prometí, lo publico ahorita porque tengo mucho sueño he iré a dormir un rato :3 Así que nos vemos lueguito :D Ojala les gustee *---*  YA SOLO QUEDAN DOS VIÑETAS PARA EL FIN. 

1 comentario:

Gisel dijo...

¡Hola! Es tan preciosa esta pequeña historia, que ni siquiera quiero terminarla... uhh Vivi, escribes demasiado bien =D!!!!
Bueno, continuo leyendo, te cuidas mucho, y adiós.